Lo que va saliendo de los cajones

José Fernández
00:55 • 08 mar. 2019 / actualizado a las 07:00 • 08 mar. 2019

Pocos días después de las Elecciones Autonómicas y antes de formalizarse su relevo como Presidenta de la Junta, Susana Díaz ordenó publicar un documento oficial de 57 páginas en el que, finalmente, admitía que la llamada “administración paralela” de la Junta de Andalucía no era una acuñación de los antiandaluces, ni un invento del facherío, sino una abigarrada lista de 3.405 colocados y arrecogíos no contabilizados hasta ese momento, con 2.137 nóminas a dedo, 270.101 trabajadores a sueldo y 148 cargos de alta dirección, desparramados por esa vía láctea de oficinas, agencias, gabinetes y fundaciones dependientes de la gran ubre socialista andaluza. Digo esto para situar la publicación, estos días, de un informe por parte de los nuevos responsables de la Junta de Andalucía (PP-CS) en el que se denuncia el descarado maquillaje de listas de espera sanitarias del anterior ejecutivo socialista. Según este informe, al cotejar los datos oficiales dejados por la anterior administración se ha descubierto -y no con excesiva sorpresa- a más de medio millón de personas pendientes de intervención quirúrgica o de consulta especializada que no figuraban en ningún lado. No se mencionaban y por lo tanto no existían. Dicen ahora los socialistas que eso es falso y que el nuevo gobierno está alarmando a la sociedad, pero claro, a ver qué van a decir los autores mensajes del tipo  “en Torrecárdenas las plantas no se cierran en verano, sino que se hace una reserva de camas”. Figúrense. Medio millón de andaluces en lista de espera no contabilizada son medio millón de casos de angustia e incertidumbre recubiertos  por el celofán del engaño y de la mentira. Pocas cosas tan miserables como hacer de la salud pública un territorio abonado a la construcción de falsedades y a la constante adecuación de la realidad a los intereses políticos. Y lo peor es que aún quedan muchos cajones por abrir.






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