Las candidaturas del PSOE al Congreso y al Senado

El Partido Socialista tiene establecido en sus estatutos un intrincado sistema de elaboración de sus candidaturas al Congreso y al Senado. Empieza por el cierre del censo a una fecha determinada, y a partir de ahí se abre un camino participativo a todos los niveles que transcurre, en el caso de Almería, por 10 momentos. 1º, las propuestas de las agrupaciones municipales. 2º, la Comisión Ejecutiva Provincial hace una propuesta ordenada de nombres. 3º, la Comisión Provincial de Listas elabora un dictamen. 4º, la candidatura es sometida al Comité Provincial. 5º, la Comisión Ejecutiva del PSOE de Andalucía elabora su informe. 6º, la Comisión Regional de Listas emite dictamen. 7º, la candidatura es ratificada por el Comité Director del PSOE de Andalucía. 8º, la Comisión Ejecutiva Federal elabora una propuesta ordenada. 9º, la Comisión Federal de Listas emite su dictamen, y 10º, la ratificación final es del Comité Federal.

Para estas elecciones generales, los afiliados, desde sus agrupaciones municipales, establecieron por votación secreta que la candidatura al Congreso debía estar encabezada por los actuales diputados Juan Jiménez Tortosa (1.514 votos) y Sonia Ferrer Tesoro (1.254), la abderitana Soraya Mata Martínez (941) y el director general de la Memoria Histórica y secretario general del PSOE municipal de Almería, Fernando Martínez López (821). La candidatura al Senado debía estar formada por Antonio Martínez Rodríguez (1.802 votos), el actual senador Juan Carlos Pérez Navas (1.161) e Inés Plaza García (945). El cuarto lugar en votos de afiliados lo obtuvo el concejal de Almería Indalecio Gutiérrez.

Para cumplir el deseo expreso de Pedro Sánchez de otorgar a todos sus ministros la posibilidad de concurrir a estas elecciones, el Comité Provincial de Almería realizó una alteración de las listas salidas de las bases del partido. El ministro de Cultura y Deporte, el pulpileño José Guirao, pese a no ser elegido por las bases, se convierte en cabeza de cartel del Congreso, seguido de Sonia Ferrer Tesoro (por eso de que tiene que ser una lista cremallera), Juan Jiménez Tortosa, Soraya Mata Martínez, Fernando Martínez López y Marina Díaz Abad. El Senado se deja tal como ha salido de las agrupaciones, alterando el orden por el efecto cremallera entre Inés Plaza García y Juan Carlos Pérez Navas. Estas candidaturas han pasado a las cribas de la Comisión Ejecutiva del PSOE de Andalucía, la Comisión Regional de Listas y el Comité Director, que las ha dejado tal como han salido de Almería.

¿Se puede decir que son éstas las candidaturas definitivas del PSOE al Congreso y al Senado por Almería? Todos los indicios apuntan a que no, a que en Madrid se van a introducir hoy nuevos cambios para presentarlos mañana al Comité Federal. Estos cambios apuntan a que Juan Jiménez Tortosa puede ser desplazado por Fernando Martínez López en la lista del Congreso e Indalecio Gutiérrez puede ocupar el puesto de Antonio Martínez Rodríguez en la del Senado. También se habla de que Fernando Martínez ocupe el primer puesto al Senado, de cuya forma se garantizaría el escaño, muy improbable si va el tercer puesto al Congreso. La cuestión de fondo está en reemplazar de los lugares de salida a dos ‘susanistas’ por dos ‘pedristas’. Si estos movimientos se llevaran a cabo podía darse el caso de que el afiliado a candidato más deseado por las bases, Juan Jiménez Tortosa, se viera fuera del Parlamento.

Que el Comité Federal sea quien tiene la última palabra no significa que el PSOE pueda ignorar los deseos de las bases. Si así fuera, bastaría con prescindir de los nueve primeros pasos del procedimiento. Que Pedro Sánchez desee gratificar a sus ministros con un sillón en el Congreso está justificado. Por eso Almería ha incluido a Pepe Guirao pese a su escasa aceptación. Pero no se justifican las exclusiones por enemistad, por antipatía o por venganza. Lo que el PSOE federal quiere hacer con Juan Cornejo, en Sevilla, o con Juan Jiménez, en Almería (ambos, vencedores de las ‘primarias’, llamémosle así aunque no lo son), no es adecuado. “A partir de ahora, en este partido, la voz la tendrán los afiliados”, gritó Pedro Sánchez desde el balcón de Ferraz el día que fue elegido secretario general. Que los hechos no emborronen su proclama.