El manifiesto artístico del PSOE Almería

Toda esta galería de urgencias y pérdidas leves que estamos contemplando en el proceso de formación de las listas electorales me ha recordado esa iniciativa de Marchel Duchamp, uno de los grandes caraduras del S.XX, que tuvo el desparpajo de inventarse una corriente artística llamada “Objet Truvé”, que consistía en recoger objetos por la calle y presentarlos como obras de arte. La cumbre histórica de este descaro fue colocar un urinario firmado como una escultura en una exposición. Pero no vengo hoy a hablarles de la historia del arte, sino de la lista que acaba de presentar el PSOE a las municipales, en donde los más finos estilistas habrán podido adivinar ecos de esta corriente artística de vanguardia. 

Y es que la colección de hallazgos presentados por el PSOE como candidatos no debería ser estudiada como un acontecimiento político, sino como un manifiesto artístico. Supongo que por eso estaba por allí el ministro de Cultura, el almeriense José Guirao, que consiguió llegar al hotel sin perderse (la ciudad ha cambiado mucho en estos años de ausencia) y apadrinar la candidatura con el mismo entusiasmo que la petunia saluda a la primavera. Destacaré dos pinceladas de su intervención: su sorprendente capacidad para diagnosticar la necrosis de una ciudad que no ha pisado en años, apoyándose para ello en los mensajes que le preparó el partido sobre las desigualdades de los barrios, los ricos, los pobres, etcétera. 

El fondo de armario en el que el PSOE anda atascado, más o menos, desde los tiempos en los que el propio Guirao salió corriendo para no volver a una Almería que, a pesar de ser gobernada por el PSOE, se le quedaba pequeña, pacata y provinciana. Y un apunte final: Guirao mandó “a coser la ciudad” a la candidata. ¿Alguna feminista en la sala? Y es que igual que Duchamp decía que el arte tiene la virtud de estropear las teorías artísticas, las feministas tienen la virtud de estropear las teorías sobre el feminismo.