El único día fácil fue ayer

La segunda fase de la Comisión de Investigación sobre la Fundación Andaluza del Fondo de Formación para el Empleo (la primera quedó en suspenso tras la oportuna convocatoria de elecciones de Susana Díaz) estará animada por algunos hallazgos que perfilan las dimensiones del coprolito que se oculta tras las famosas tarjetas black de la Junta del PSOE. La famosa FAFFE saltó a la luz pública -lo recordarán-  cuando el pasado otoño su exdirector, Fernando Villén, admitió haberse gastado 31.969 euros en varios prostíbulos de Sevilla y Cádiz con una de esas tarjetas. Un bochorno que contó con los dos factores atenuantes habituales en estos casos: la militancia progresista del follarín y el silencio cómplice de la brigada feminista de guardia, que de haber sido otro el protagonista del  suceso, habría programado un certamen de aquelarres por tierra, mar y aire. Las investigaciones del caso apuntan ahora a la diversificación delictiva, porque se ha sabido que, además de coitos, las tarjetas de la Fundación Andaluza del Fondo de Formación para el Empleo que montó el PSOE sirvieron para pagar joyas, cestas de bebé, ágapes en casetas de las ferias de Sevilla y Jerez, comilonas en restaurantes (una de ellas valorada en 2.500 euros) copas en discotecas y hasta multas de tráfico. Es decir, que se usó el dinero de todos los andaluces para pagar el jovial tren de vida de un grupo de arrimados al PSOE andaluz. ¿Y en qué toca a Almería todo esto? Pues que el PSOE ha comisionado al ex Consejero de Agricultura, el parlamentario almeriense Rodrigo Sánchez Haro, para que vaya a dar la cara por el PSOE. No será un trago agradable estar allí aguantando lo que, con toda razón, va a tener que escuchar. Y lo siento por él, que seguro que también deplora el despiporre que se verá obligado a defender. Pero por si le sirviera de ayuda, le sugiero que esos días recuerde el lema de los US. Navy Seals, los chuknorris de los telefilmes, que es “El único día fácil fue ayer”. Suerte.