Los tiempos de crisis, suelen decir los economistas, son la antesala a nuevas oportunidades de desarrollo para las sociedades más emprendedoras y vitalistas. Si alguna lección hemos aprendido los almerienses de nuestro progreso económico durante las últimas décadas del S. XX, motivo de satisfacción para nosotros y ejemplo a seguir para otras regiones, es que debemos ser proactivos en la búsqueda de nuevos escenarios de productividad. Y nuestras posibilidades son muchas y variadas.
Hace unos meses, en una gala de entrega de premios de este diario a personalidades y entidades destacadas de la sociedad almeriense, se puso de manifiesto un sentimiento de orgullo hacia el espíritu emprendedor de nuestra tierra que no parecía tan habitual años atrás. Las intervenciones de organizadores e invitados coincidían en destacar el espíritu emprendedor de los almerienses, y su carácter abierto y solidario, como el gran punto de apoyo para nuestro desarrollo. Se hizo patente en ese acto que en las últimas décadas se había ido gestando una mitología de nuestra tierra y sus gentes, fundamentada en el reconocimiento del esfuerzo y la capacidad de superación en tiempos difíciles, que ha resultado ser muy conveniente para nuestra autoestima. Esta es la referencia que necesitábamos para intentar emprender nuevos retos económicos y sociales y abandonar definitivamente ese sentimiento de frustración que nos persigue históricamente.
En esa necesaria mirada hacia el futuro, son varios los campos que parecen contar con más posibilidades de desarrollo e inversiones. En lugar destacado, una apuesta decidida por las energías renovables y la sostenibilidad. Es este un sector en el que Almería, por su singularidad, puede estar a la vanguardia en cuanto a experimentación y aplicación. La energía solar, la hidroeléctrica y la eólica conforman el triángulo estrella de la vanguardia energética y Almería cuenta con posibilidades en todas ellas.
Otro ámbito estratégico que debería retomarse con fuerza es el turismo. El logro de la proclamación de Almería como Capital Española de la Gastronómica, y su repercusión en los medios, puede dar paso a otras iniciativas que mantengan nuestro nombre en la agenda informativa y económica. Este indudable éxito es una buena oportunidad para seguir promocionando la marca a nivel nacional e internacional e implementar las posibilidades de nuestra economía con planes para el turismo no estacional, con propuestas culturales singulares, actividades dirigidas a profesionales, celebración de congresos especializados o competiciones deportivas de alto nivel que puedan abrir nuevas expectativas a nuestro desarrollo e ir asentando una imagen moderna y atractiva de nuestra ciudad.
El Plan Estratégico de Almería 2030 puede ser el punto de apoyo de este impulso. Algunas iniciativas, ya en marcha, irían en esta línea de modernización. El plan Puerto-Ciudad, con las posibilidades de apertura y de aprovechamiento de nuevos espacios que conlleva, es fuente de optimismo para el desarrollo urbano. La recuperación del Hospital Provincial para un Museo Nacional del Realismo Contemporáneo supondrá un salto cualitativo en la oferta cultural de nuestra ciudad.
Serán los planes viables y productivos los que animen la llegada de inversiones y la creación de empleo. Las instituciones políticas, empresas, entidades financieras, asociaciones profesionales y Universidad comparten la responsabilidad de marcar la hoja de ruta para el desarrollo de nuestra tierra en los próximos años y, como objetivo principal, ayudar a construir esa Almería pujante y dinámica que todos queremos.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/169717/nuevas-oportunidades-para-almeria