El PSOE, quince años después, puede decir que gana en Almería

Si analizan los réditos de la victoria del PSOE en las pasadas elecciones en Almería llegarán a la conclusión de que sólo en el senado se visualiza esos réditos. En el congreso se queda como estaba, dos escaños. En el senado consigue los tres, tenía uno, gana dos. No está nada mal, pero no es como parar las campanas al vuelo. En el cómputo global de los votos, el centro derecha le gana claramente a los de centro izquierda, han conseguido más votos PP-Vox-Cs, pero al ir divididos no le sirven a ninguno de los tres.

El votante de Almería sigue apostando más por la derecha. El color rojo del mapa no es real si contamos todos y cada uno de los votos de los almerienses, el PSOE logra ser el partido más votado, cierto, pero aun sumando sus votos con otros grupos de izquierda no consigue más votos que los rivales de la derecha. Cuando desde el socialismo se argumenta que han parado la llegada de la extrema derecha, no es totalmente cierto, ésta no llega por la división del voto. Sumen los votos del PP con Cs o con Vox, solo con uno de los dos, y verán que el resultado no es para las campanadas del PSOE. Con Podemos y el PSOE llegan a los ciento veintisiete mil, el PP con los de Cs, pasan de los ciento treinta, con los de Vox llegan casi a los ciento cuarenta.

Los tres de la derecha llegan a los ciento noventa mil, en la izquierda, sumados PSOE, Podemos y Pacma llegan a los ciento treinta mil. Son sesenta mil votos más. A partir de estos números es el momento de analizar lo ocurrido en Almería y lo que supone la victoria del Psoe. Que canten alborozados es comprensible, tienen tres senadores, pero deben saber que esa alegría se la deben a la división sufrida en la acera de enfrente. Y que si ellos no han notado excesivamente la presencia de Podemos en Almería en estos años, al PP casi lo hunde la de Vox desde el pasado mes de diciembre. Cuatro años de tranquilidad, o lo que dure la legislatura para los electos en las cortes madrileñas, pero con un ojo pendiente deben estar de lo que pueda ocurrir en las municipales de mayo.

No debemos usar los datos del domingo para las próximas locales, en estas se vota más al candidato en los pueblos pequeños y medianos, pero en los grandes, las tres derechas han arrasado. El PSOE tiene tres semanas para cambiar la tendencia. ¿Lo conseguirá?