De esos cien mil el centro derecha o trifachito conseguía el pasado veintiocho de abril en torno a los cincuenta y siete mil y pico (57.343), por su parte el sector de la izquierda lograba en torno a los cuarenta y dos mil (42.090). Diferencia notable para el trio de la derecha, quince mil arriba (15.247). Lo de extrapolar los votos de unas elecciones a otras no deja de ser un juego, que en muchas ocasiones en eso se queda. A elecciones distintas, votos distintos. Los ciudadanos han aprendido a votar y en las municipales es el momento de votar el estado de las aceras, las limpiezas de las calles, el descanso en las noches. Las grandes políticas se alejan del panorama de la campaña y los ciudadanos se empiezan a preocupar por las rutinas del día a día, las que de verdad hacen la vida más amable, tranquila y feliz a los vecinos. Los partidos borran o minimizan líderes nacionales o eslóganes de partido para apostar por los candidatos, son ellos los encargados de conseguir el voto de los ciudadanos. Ya no se trata de votar a Sánchez, Casado, Rivera, Iglesias o Abascal. Es el momento de Adriana, Amalia, Ramón, Miguel o Joaquín. Serán ellos y sus pactos los que tendrán que dar respuestas a las necesidades de la ciudad, será a ellos a los que reclamar en su día si no cumplen con la ciudad y los ciudadanos.
Pero para ello deben conseguir los votos suficientes como para estar en el salón de plenos y que sus votos les puedan llevar a gobernar el ayuntamiento. No vamos a extrapolar los votos de los partidos, pero sí los de los dos sectores. En este caso los números no mienten, quince mil votos arriba de la derecha y no parece que aquí se vayan a producir grandes cambios, por lo que hay que entender que la mayoría en el pleno va a estar en manos de ellos, por lo que serán los que tengan que hacer planes de futuro y pactos de gobierno. Ramón es el mejor colocado para conseguir ser el más votado de este grupo, tiene el aval de ser el alcalde, una tele a su servicio las veinticuatro horas y los votos logrados en abril por el PP. Miguel parte solo, algo abandonado lo hemos visto, con un discurso contra Ramón al que ha estado apoyando durante cuatro años, en cuanto a Joaquín, es un desconocido en la ciudad. Ramón parece esconder al Pp, pero Miguel y Joaquín van a necesitar el apoyo de sus siglas, C´s y Vox.
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