El sonoro silencio del ministro Ábalos sobre el AVE de Almería

Juan Torrijos
21:17 • 27 jun. 2019 / actualizado a las 07:00 • 28 jun. 2019

Hasta el presidente de la mesa se ha sentido afectado por un silencio que nos ha sonado por Almería a burla política y de las gordas. Les imagino enterados de que el AVE a la vecina Granada ya es una realidad. No con toda la velocidad que se espera de tal tren, dicen que hay una zona donde circula el caballo eléctrico a sesenta kilómetros por hora, pero que se solucionará en breve. Diría el señor Venzal, don Pablo, “más pronto que tarde” y todos tan contentos. Enhorabuena a los vecinos, lo han debido pelear mejor que nosotros y ahí lo tienen, corriendo por sus vías. Nosotros, con mesa y todo, pero no hemos debido levantar la voz lo suficiente y hasta en los momentos de alegría el señor ministro de vías y trenes, el hombre con cara redonda y de no haber roto un plato, se olvida del Ave a las tierras de Almería. El hijo del torero, hoy usando el capote de las obras públicas, nos da a los almerienses un pase de pecho que por poco no nos saca del ruedo. Y mientras las palabras del maestro se dirigían a los vecinos de Granada, Murcia y hasta la lejana Extremadura, Almería era olvidada, ninguneada. Granada se ha llevado este año el AVE, pero no podemos olvidar que hace unos días sobre esa arena del coso de “Graná”, José Tomás le daba a la afición todo el arte que lleva dentro. A nosotros el maestro Ábalos no nos trae el AVE y la empresa de los festejos taurinos hace lo mismo con José Tomás. Almería doblemente “puteada”, por ministro y por empresario. ¿Y si los aficionados a los toros decidieran no ir a los festejos hasta que José Tomás no se haga presente en nuestra arena? No sería mala decisión, ellos no traen a José Tomás, nosotros no vamos a los toros. ¿Y al maestro ministro del AVE qué le hacemos? Si no viajamos en tren a él no le va a afectar en el sueldo y a su jefe tampoco, y a los representantes en la provincia menos, cuando llegan estas historias andan escondidos o se van a la playa. Cuentan que las únicas lágrimas que caían sobre el albero almeriense en tarde tan aciaga para el AVE eran las del presidente Tejada, que reconocía que ni el 23, ni el 24, que José Tomás no llegará a nuestra plaza antes del año 25, y eso si para entonces el gran torero no se ha retirado aún, lo hará en el nuevo AVE a Almería. No se lo crea, no sueñe, despierte. ¿Y el AVE?






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