El Moreno de Málaga acaba de ofrecer a los ayuntamientos que tendrán más poder en materia urbanística. ¡Esto funciona, se dicen muchos por Almería! Por fin el gobierno de la Junta empieza en serio la partida de ajedrez. Y en ella los ayuntamientos han sido en estos años los grandes perdedores. No pasaban los pobres míos del jaque mate pastor. Ya solo hace falta que el Moreno de Málaga nos diga que se van a estudiar los límites de los parques naturales y de los lic que si hicieron a espaldas de los ciudadanos.
Con el informe de una Universidad valía. Estos son capaces de echarle bemoles a la hora de gobernar y que los ciudadanos empiecen a ser los verdaderos protagonistas de ese gobierno. ¡Me gusta! Y me despertó la consejera. No me pregunten cómo se llama ni de qué partido es. La señora deja al Moreno con las promesas en el aire. ¡A volar el Moreno! Que no se crean los ayuntamientos que van a tener mano libre, que habrá que cumplir la ley ¿quién habla de saltarse le ley, señora? Ya lo saben tendrán que pasar ahora por las orcas de estos.
Si antes pasaban por las del PSOE, con el silencio cómplice y cobarde de cientos de alcaldes de Almería que miraban hacia otro lado mientras se hacía y se deshacía sobre las haciendas de miles de almerienses, ahora tendrán que pasar por las del PP y Cs y tendrán que ser los alcaldes de estos partidos en Almería los que se guarden sus lágrimas a escondidas, cobardemente, por no defender a las miles de familias que se han visto perjudicadas por una leyes dictadas por una mayoría en Sevilla que nunca tuvo en cuenta sus intereses. Como al Moreno de Málaga le sigan corrigiendo sus consejeros las alegrías dadas a los ciudadanos, en este caso a los ayuntamientos, no creo que los andaluces hayan ganado mucho con el cambio.
Se puede quedar usted como “El Morenito de Fuengirola” y dedicarse a cantar verdiales en los mesones durante el verano. Está usted al frente de la Junta para qué cambie un modelo de gobernar y unas leyes que se hicieron de espaldas a los intereses de la gente del pueblo, esa gente que dicen es la que van a defender en sus campañas electorales. Y cuando a usted tras su homilía lo queremos poner en los altares (y merecido), aparece su consejera y me lo hace monaguillo en un santiamén. A apagar y encender velas a los santos.
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