Gustavo Gillman era Ingeniero de Minas y Caminos. Procedía de Inglaterra cuando llegó a la provincia de Almería, en la última década del siglo XIX. Vino buscando el hierro que necesitaba la naciente industria inglesa. Lo encontró en la falda norte de la sierra de Los Filabres, en los municipios de Serón y Bacares.
Una vez descubierto el filón, era preciso transportar el mineral hasta el puerto de Águilas en la provincia de Murcia. El Ingeniero Gillman construyó un cable aéreo, para que mediante vagonetas el mineral llegara hasta el pueblo de Serón.
Aquí comenzó la construcción de una línea férrea, que siguiendo paralela al valle del río Almanzora, llegara hasta Lorca y aquí asociarse con la línea que venía de Murcia para llegar a Águilas.
Gillman se hizo de una tartana tirada por una mula, y aprovechaba el cauce del río para seguir los trabajos. Una viga de hierro era trasladada por 40 hombres. Las ramblas eran salvadas con puentes de piedra de sillería, los cerros rebasados con maquinaria rústica.
Al finalizar el siglo XIX la línea férrea unía Serón con Lorca y el mineral llegaba al puerto del Hornillo, de donde se lo llevaban barcos ingleses. Cuando llegó 1.907 la línea se había prolongado hasta Guadix. A partir de entonces se convirtió en el principal medio de comunicación, de los pueblos del Almanzora y de los campos de Granada.
En 1952 fuí en el tren-frutero desde Baza hasta Albox, y nunca he visto tanta gente en tan poco espacio: se había juntado el final de la feria de Baza con la Peregrinación del Cristo del Bosque en Bacares.
En el verano de 1953 fui con mis padres y hermanos a Águilas a pasar 15 días en la playa. Tuvimos que pagar billete doble porque el tren venía lleno y no despachaban billetes. En 1.954 fui en el Automotor desde Lorca hasta Albox y pude comprobar que iba lleno y corría a gran velocidad. Unía Valencia con Granada.
El tren de mineral era el más frecuente, uno tras de otro con 12 unidades. Mi padre venía con el ganado de bestias desde Galicia, en unión de otros marchantes. Los estudiantes viajaban a la Universidad de Granada y muchas familias lo hicieron a Cataluña en busca de trabajo.
Un día aciago, el 1 de Enero de 1.985, unos pobres hombres acordaron cerrar la línea férrea, porque decían que no era rentable. Una falsedad: mi tío Antonio fue Jefe de Estación en Guadix y decía que esa línea siempre fue rentable.
El mes de Noviembre anterior al cierre, dos ajedrecistas de Madrid vinieron a Albox a celebrar un torneo. Uno de ellos me dijo: Hemos tenido que viajar de pie desde Alcantarilla (130 km) porque no había asiento libre. ¿Cómo tendrá que ir este tren para que sea rentable?
La línea sigue cerrada y en la provincia de Almería la gente se olvida del tren (709.000 habitantes). Mientras tanto siguen llegando diariamente cientos de inmigrantes jugándose la vida, porque Almería es su Tierra de Promisión.
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