Así dicen sentirse los trabajadores del centro de menores de Oria

Hay historias en las que incluso con todos los datos legales sobre la mesa son cuestionables a la hora de opinar sobre ellas. Los trabajadores del centro de menores de Oria manifiestan que se sienten destrozados por el trato que se les viene dando en las informaciones que han ido apareciendo en los medios. Llegan a más, piensan que están siendo manipulados políticamente por algunos partidos en la defensa de unos claros intereses partidistas de determinadas formaciones. Lo cierto es, estarán con uno los trabajadores, que la información que se ha ido ofreciendo a los medios no ha cerrado a que otras hipótesis hayan rodeado la muerte del joven en Tierras de Oria. Lo que fue el sueño de Bartolomé Sánchez, un político del pueblo que desde la diputación provincial invirtió en este municipio lo que no está ni siquiera en las cuentas de la institución o en facturas que no se sabe cómo se pagaron. De aquel sueño de Bartolomé muy poco queda en pie, de entre lo que queda el Centro de Menores allí ubicado por la Junta hace algunos años es lo único destacable. Y es en ese centro donde se produce la muerte de un joven, todo apunta a que por asfixia y por el que los trabajadores están recibiendo un trato que dicen no merecer. Ellos han cumplido la ley, alegan. No se han saltado los protocolos legales que el centro tiene ante estos casos. La situación en la que se encontraba el joven era de una violencia extrema, según se denuncia por parte de los trabajadores. Lo que no se nos ha explicado es ¿en qué consistía esa violencia extrema, quién o quiénes estaban en la misma situación, participaban otros jóvenes del centro? Uno quiere creer y apoyar a los trabajadores, pero también le gustaría, obviando lo políticamente correcto a que nos tienen acostumbrados los partidos y sus políticos, que se nos aclararan estas situaciones. El joven era agresivo y violento, según la información del centro. Ello nos hace pensar que para contener a un agresivo y violento joven hace falta fuerza y algo más. Ese algo más es lo que nos gustaría saber por el bien de las personas que tienen a cargo al resto de menores. Dejar que los rumores vayan corriendo entre los medios sin confirmación, como ha venido ocurriendo hasta ahora, solo nos sirven para echar tierra sobre el trabajo allí realizado por los técnicos.