Recientemente hemos vivido en España un brote de intoxicación alimentaria por listeriosis donde las autoridades ya han retirado de los supermercados todos los productos contaminados, que son los productos cárnicos de la marca “La Mechá”. Pero antes que nada tenemos que conocer un poco qué es y cómo se produce esta enfermedad.
Esta es una enfermedad causada por la Listeria monocytógenes, una bacteria patógena para humanos y animales que se caracteriza por sobrevivir en casi todos los ambientes. Nuestra “amiga” vive con comodidad desde los 3-4ºC hasta temperaturas altas como los 40-45ºC, le suma su capacidad para formar biopelículas que se adhieren a superficies como, por ejemplo, utensilios de corte, que son los que estaban contaminados con esta bacteria. Pero calma, nuestra “amiga” no es inmortal, con una simple pasteurización o un tratamiento térmico que sobrepase los 65ºC nos la cargamos, siempre teniendo en cuenta que una vez aplicado el calor no toque otro elemento contaminado.
Ahora bien, ¿es esta una enfermedad que nos afecta a todos? Pues la respuesta es no. La enfermedad es asintomática en la mayoría de personas que la padecen, y es más, se cree que el 10% de la población son portadores de esta bacteria sin saberlo. Los síntomas los presentan los grupos de población de riesgo son los inmunodeprimidos: ancianos, embarazadas y recién nacidos y son similares a los de una gripe (fiebre, cansancio, malestar e incluso problemas gastrointestinales). A pesar de esto, la industria alimentaria y las autoridades se la toman muy en serio y por ello tienen medidas muy estrictas para evitarla: la mayor parte de intoxicaciones alimentarias se producen en el hogar por malas prácticas higiénicas, por lo que nosotros también deberíamos adoptar mejores hábitos y tomárnoslo más en serio.
Pero el problema real de este tipo de crisis es cuando a la gente entra en pánico y empieza a demonizar los alimentos envasados que compramos en el supermercado, y, en especial, a los productos cárnicos preparados. Nosotros dependemos en parte de las buenas prácticas higiénicas que se hayan realizado en la industria, pero, ¿esto es motivo para preocuparse por los productos preparados? Pues no. Este caso es un caso aislado y muy raro y es gracias a que en la Unión Europea se producen los alimentos más seguros del mundo y no lo digo yo, lo dice la OMS. Desde 1993 esta implantado en la UE el sistema APPCC, basado en la prevención de los posibles peligros para asegurar la inocuidad alimentaria en toda la cadena alimentaria, desde la materia prima hasta que es comercializado al minorista. Ademas, a este sistema se le suman diversos sistemas de alerta alimentaria muy eficientes que actúan con rapidez ante posibles incidencias como la que ha ocurrido.
Lo que ha ocurrido no hay que tomárselo a broma y no dudo que se tomaran medidas para que no vuelva a pasar, pero repito, esto es un caso muy puntual y no tenemos que tener ningún temor a la seguridad de los productos que nos encontramos en el supermercado.
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