El cinturón cretense

La mitología griega nos cuenta cómo salieron diversos males del mundo de la Caja de Pandora, entre ellos la mentira, quedando sólo en la caja la única bondad que encerraba, la esperanza. Ese espíritu que salió, según relata la mitología, para personificar el engaño, el dolor o el fraude, era Ápate, quien portaba un cinturón cretense del que colgaban todos los trucos y artimañas utilizadas por el ser humano, desde los perjurios hasta los embaucamientos.

Este gran mal que azota buena parte de nuestra sociedad hoy, la mentira, parece haberse instaurado en el consistorio de la capital almeriense, con las lluvias torrenciales el alcalde se ciñó aquel cinturón cretense de Ápate para echar tierra sobre el cadáver de un migrante que quizás hoy podría seguir vivo si se hubieran tomado las medidas oportunas antes y durante el azote meteorológico. No se entiende por qué no tiene señalización apropiada el túnel junto al Hotel Tryp Indalo, donde falleció esta persona, ni tiene barreras para circunstancias como éstas (a pesar de demandarlo el PSOE hace más de un año), ni por qué no se activó el plan de preemergencia municipal, por qué no se cerró el túnel al comenzar a llover si estábamos en alerta, …, pero, aún peor, no se entiende por qué culpó el alcalde al fallecido si, al no estar bien señalizado, la máxima responsabilidad es del alcalde.

Es curioso que fuera Zeus, Dios del cielo y el trueno, quien hizo como regalo de bodas a Pandora y a Epimeteo, aquella famosa Caja de donde salió la mentira de la que se empapó el alcalde capitalino.

El regidor debe tener la decencia política de dimitir pero, si no es así, queda la esperanza en la Caja de Pandora de que los concejales de su Partido actúen en conciencia y le obliguen a ello. Y es que, como dijo el filósofo griego Aristóteles: “El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando no diga la verdad”, y los almerienses no podemos tener cuatro años como alcalde a alguien al que ya no vamos a volver a creer.