La ley del más fuerte

Cuando se cierra un colegio, se apaga un pueblo y eso parece ser lo que se ha propuesto el Gobierno andaluz: dejar desiertos los pueblos pequeños, quitándoles un servicio fundamental para evitar el éxodo de las familias, como son los centros educativos.

La provincia de Almería no se ha librado de la escabechina que ha perpetrado el Gobierno de Moreno Bonilla en este arranque de curso. Aquí hemos tenido que presenciar cómo el Gobierno de PP y Cs cerraba el colegio público de Tahal y cómo lo hacía, además, con engaños y malas artes: ‘invitando’ a los padres a matricular a sus hijos en otro centro, para luego argumentar que, sin niños, el colegio no podía seguir abierto.

La situación que se está viviendo en las zonas rurales de Andalucía es la más dramática, pero no es la única. Este curso también se han eliminado más de 60 aulas en 29 municipios de nuestra provincia, incluidos, entre ellos, muchos de la costa, que están ganando habitantes año tras año.

La consecuencia de todo esto es un aumento de las ratios de alumnos por aula, que, lejos de haberse reducido, como sostienen desde la Consejería de Educación, se han disparado. Algunas organizaciones sindicales se han quejado ya de que este curso hay aulas de Primaria en nuestra provincia con 28 y 29 alumnos (cuando el límite está en 25) e institutos con 34 y 35 chavales por aula (cuando no deberían superar los 30).

Cebarse con los niños, privándoles de poder recibir una educación de calidad, que es la principal herramienta que tienen para que, el día de mañana, lleguen a ser lo que quieran ser, es simplemente una crueldad. Pero no vayan a pensar que el Gobierno andaluz está lleno de ‘herodes’. Su problema no son los niños en general; sólo piensan que la buena educación debe ser para quien pueda pagársela. La vieja receta de la derecha: la ley del más fuerte.

Sólo así se explican los brutales recortes que están acometiendo, como la eliminación de 700 plazas de profesores, el despido de 73 trabajadoras de educación infantil o que no hayan ejecutado ni una sola obra nueva en los centros educativos almerienses desde que gobiernan. Su gran caballo de batalla, el de las aulas prefabricadas, ha pasado directamente al cajón del olvido y del Conservatorio de Danza tampoco vuelto a saber nada más. 

Como salta a la vista, no estamos ante meros hechos aislados. Todos estos recortes, que afectan a la calidad de la educación que reciben nuestros hijos, forman parte del plan orquestado por Cs y el PP para ir desmantelando la educación pública en Andalucía y fortalecer el negocio privado, en el que tantos intereses tienen.