Se ha enfadado la Mesa del tren con el Partido Socialista. No me diga

El señor Tejada, portavoz de la Mesa, dejaba caer en rueda de prensa que el Ave no llegará a Almería hasta finales del año veintiséis. ¡Qué putada, que mal quedo, yo apuntaba que sería el año veinticinco cuando llegara! Pido disculpas a aquellos lectores que se hayan podido sentir engañados con mi predicción. Si la Mesa dice que a finales del veintiséis, ponga el veintisiete y ya veremos si al final no tenemos que volver a rectificar la fecha de llegada del Ave a nuestra provincia. Oyendo al señor Tejada notamos el enfado que tiene el hombre, y no es para menos, ha intentado defender a capa y espada el progresismo ferroviario, ha buscado la forma y manera de buscar culpables en los recortes de la derecha, pero al final el hombre se ha caído del guindo: Los políticos, al final, todos por igual. El señor Tejada se ha apuntado a una nueva asociación, la que no confía en la palabra de los llamados padres de la patria. Ha tardado, no crean, pero ha acabado sentado en el mismo banco en el que algunos llevamos años. No deja títere con cabeza el señor Tejada, ni al gobierno de Sánchez, del que dice que no ha pagado las primeras obras, por eso se ha ido la empresa que trabajaba, y tira con balas de plomo sobre la cabeza del senador Fernando Martínez, al que acusa de darnos unas excusas que no se sostienen tras la paralización de las obras. Y todo ello a falta de quince días, más o menos, para las elecciones del diez de noviembre en las que Sánchez y por lo tanto el PSOE almeriense y Fernando Martínez se juegan tanto. ¡Tejada, Tejada! Y encima con José Antonio Díaz Roda sentado a tu lado. Callado, pero ahí sentado. Sin abrir la boca, pero apoyando con su presencia las críticas del presidente de la Mesa a la que pertenece. Con todo, me gustaría que hubiera hablado el señor Díaz Roda, que se hubiera escuchado su voz en esa rueda de prensa por la importancia que tiene su presencia tan cercana al PSOE almeriense durante todos estos años. ¿El señor Díaz Roda viene a sentarse también, al igual que el señor Tejada, a ese banco de los desencantaos, ese banco donde se sientan los que no se cree la palabra de los políticos? Si es así, bienvenido sea. Lo mismo algún día somos capaces entre todos que nuestros políticos dejen de mentirnos, tendríamos una política mejor. El banco está abierto.