En cuatro días, los españoles volveremos a votar en unas elecciones generales.
Unos comicios cuyo resultado, probablemente, nos lleve a una situación en la que, otra vez, no haya la mayoría suficiente para formar un nuevo gobierno.
Mientras los políticos no se ponen de acuerdo, vamos viendo como se acerca una crisis económica, en la que no se están tomando las medidas necesarias para reducir sus consecuencias, tal como muestran, los datos del tercer trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA), donde hay una gran ralentización a la hora de crear empleo en nuestro país.
Durante los últimos meses, la economía ha estado funcionando relativamente bien porque se hicieron los deberes hace varios años.
Fue con el Gobierno del Partido Popular, donde se realizaron los ajustes necesarios para resolver los problemas de nuestro sistema bancario, la reducción del elevado número de desempleados, se disminuyó la dependencia al sector de la construcción, se recuperó la confianza de España a la hora de invertir, entre otros datos positivos.
Con el cambio de gobierno del Partido Popular al PSOE, la economía se ha descuidado, y estamos siendo gobernado por un Presidente del Gobierno que ha estado más preocupado en resolver sus problemas para permanecer en el poder que en hacer las cosas bien para los españoles.
Hoy más que nunca, son muchos los indicadores que nos muestran que, si no se actúa de forma contundente, las posibilidades de repetir una crisis económica como la de 2008 son muy elevadas.
El gobierno de Pedro Sánchez no ha sabido ver que la economía necesitaba más atención que otros temas.
Tenemos un gobierno que ha usado su poder a la hora de establecer plazos de forma interesada.
Por un lado, estuvo retrasando su sesión de investidura para que las elecciones fueran tras la sentencia del procés, en caso de fracasar en su intento de ser elegido Presidente del Gobierno.
Por otro lado, se ha valido de su capacidad para elegir la fecha en la que sería exhumado Franco.
Sin duda, estos acontecimientos son los que se ha valido Pedro Sánchez para que no se hable de las malas noticias que acechan a nuestra economía.
El excelente acierto a la hora de fijar el calendario no ha estado acompañado de una gran gestión de estos; al contrario, hemos visto un gobierno incapaz de poner orden en las calles de Cataluña, concretamente, Barcelona y un gobierno que ha usado todos los medios a su alcance para hacer de la exhumación de Franco un gran espectáculo que, él cree, que le beneficia en las elecciones.
Este 10N, España no puede perder la oportunidad que le ofrecen estas elecciones para mejorar su futuro.
Solo son dos partidos, según las encuestas, los que tienen posibilidades reales de gobernar: PP y PSOE.
Lo bueno es que ambos partidos han gobernado y sabemos cuáles han sido sus puntos fuertes y débiles a la hora de gestionar el país.
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