Es comprensible que Gabriel Amat no estuviera contento esa noche. Su partido lograba un senador más, el ínclito Luis Rogelio, que si son sinceros reconocerán que se lo debe al partido de Abascal que puso un solo nombre en las papeletas al senado. Si los de Vox no lo hubieran hecho así, los tres senadores lo serían del PSOE como lo fueron en las anteriores elecciones. La hegemonía del PP ha saltado por los aires en la provincia, ni siquiera ha podido añadir a su casillero el descalabro de Cs, perdiendo un escaño. Dejemos constancia de que Albert Rivera, con su dimisión, demuestra que en política hay que asumir las consecuencias. Rivera se marcha y lo hace con grandeza. No todos siguen el mismo camino. No estamos acostumbrados a que los políticos reaccionen así. La renovación en el PP no se ha visto por ningún lado. La gente estaba cansada de los Matarí y de lo que han hecho en política a lo largo de estos años. La figura de Miguel Ángel Castellón no solo no ha aportado nada a la candidatura, sino que ha sido la demostración palpable de la manipulación de la dirección del PP (Amat, Aureliano) a la hora de hacer las listas. Alguien que se marchó de la política como lo hizo el señor Castellón tenía pocas posibilidades de ser un revulsivo a la hora de conquistar o reconquistar unos votos que fueron de la derecha. Y ahí tienen los resultados. Únanlos a un plato de patatas con dos huevos fritos y un par de salchichas y que les satisfaga. No dimita don Gabriel, tampoco don Javier Aureliano, son ustedes los mejores, los mejores para que Vox siga creciendo en la provincia a costa de lo que ha sido el voto histórico de la derecha en Almería. Los errores se pagan, también en política, y ustedes se habían creído ser los salvadores de Almería y de los almerienses. Qué equivocados estaban. Esta provincia venía votándoles desde hace años y es posible que se equivocara al votarles masivamente durante tanto tiempo, pero ha llegado un momento en que con otra alternativa en la plaza les ha dejado noqueados. Les queda el poder en los ayuntamientos, es cierto, pero si miran quien los está manteniendo en los más importantes, el aire que les llega al cogote en esos municipios es el de Vox. No creo que jueguen a dejarles tirados, no lo entendería el personal, pero les pueden apretar las tuercas.
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