Diego Martínez Cano deja la presidencia de la Cámara

Cuando en el ya lejano 2006 llegaba a la presidencia de la Cámara el señor Martínez Cano, el AVE ya llevaba un año de retraso en su presencia en nuestra provincia, según manifestación pública realizada por el entonces todopoderoso ministro de economía Rodrigo Rato. El 2005. Así se estrenaba don Diego. Se marcha trece años después y seguimos en las mismas, el Ave no ha llegado. Ya no es un año, van más de catorce y no todavía no se sabe la fecha en la que el veloz caballo de hierro aparezca por lontananza. La feria agrícola de la Cámara almeriense que tan buenos años tuvo en el pasado, se enfrentó a la crisis, esa misma que hace unos días sacaba a los agricultores a las calles en contra de una política que nunca tuvo a la agricultura en su punto de mira. Don diego no la pudo mantener. Tiempos duros aquellos que Zapatero les hizo vivir a las Cámaras. Y Almería se levantaba un mañana sin el PHN, un palo al futuro del agua en la provincia y una preocupación para los regantes que aún nadie, quince años después, ha solucionado. La Cámara se situaba al frente de las quejas de los empresarios, pero las soluciones no llegaban. Los trenes seguían siendo los del siglo pasado, la A7 no se acababa nunca, la Autovía del Almanzora parecía el Guadiana, aparecían y desparecían las obras cada semana. El puerto no encontraba una solución para el transporte de los tomates al mundo, el puerto-ciudad con fundación o sin ella, ha seguido siendo un sueño en la mente de muchos. Gritaba la Cámara, le seguía Asempal, pero no se veían los cambios. Aún resuenan en los mentideros políticos almerienses las duras palabras de don Diego Martínez Cano ante el entonces presidente Rajoy. Con un par decían desde el PSOE, pero no se atreve con el presidente de la Junta clamaban en el PP. Fue valiente ante Mariano Rajoy diciéndole en la cara las muchas carencias de nuestra tierra y los años de olvido que atesorábamos, pero es cierto que ante la Junta don Diego no era el mismo, o no lo parecía, o no quería, o no le interesaba. 16 años que han debido ser muy duros para él en la Cámara si realmente estaba preocupado por las carencias de la provincia. Y como entiendo que así era, que le preocupaban esas carencias, imagino los sapos y disgustos que se ha tenido que tragar. El día de Rajoy se sacó algunos.