Así se explica el término hipocresía

Se suele alabar con una reiteración próxima al mantra tibetano la inteligencia del candidato Rubalcaba (antes Alfredo a Secas) destacando su gran sentido de la oportunidad, que los más pluscuamperfectos llaman "tempo", como si él escribiera recto sobre pentagramas torcidos. Pero hay cosas que no encajan en tanto botafumerio. Recordarán que el inteligente candidato socialista comenzó su precampaña mostrando una fotografía suya, de niño -junto a nada menos que don Paco Gento- en uno de los neogóticos patios del exclusivo colegio del Pilar de Madrid (C/ Castelló 56) cuna y forja de los árboles genealógicos mejor regados antes, durante y después del franquismo. Pues bien, el antiguo alumno del privadísimo colegio de los marianistas ha comenzado su campaña con un video en el que los socialistas rescatan el discurso barricadista de pijos de colegio de pago contra niños de colegio público. Francamente, hace falta tener muy poca vergüenza para chotearse así del personal. ¿Es que no conoce el brillante candidato los colegios en donde se educaron la mayoría de sus compañeros socialistas? ¿Acaso no recuerda el propio señor Rubalcaba la de veces que él mismo tuvo que subir la escalera que, bajo el lema "La verdad os hará libres" conducía a una vidriera decorada (aún hoy) con santos y héroes de la entonces llamada Cruzada Nacional? ¿No comentan los diputados y diputadas socialistas nada de los liceos y universidades privadas a donde mandan a sus hijos? Lo que no se entiende es que quienes defienden algo hasta extremos ridículos luego no lo quieran para ellos mismos. Así se explica el término "hipocresía"… en todos los colegios.