Bar Alhucemas: de Almería a África

Gracias al almeriense Ginés Valera, recientemente nombrado Vocal Provincial de Patrimonio Histórico, he tenido acceso a una valiosa y curiosa información a raíz del descubrimiento de un rótulo que ha aparecido al picar la fachada de la Calle Hernán Cortés, esquina con la calle del Rostrico. Corresponde al Bar Alhucemas (1927), mítico establecimiento almeriense regentado por Bienvenido Sáez Vargas, un intrépido abderitano que con 26 años se atrevió a emprender en la capital.

Este letrero del Bar Alhucemas ha salido a la luz en estos días como consecuencia de las obras que se están realizando para construir apartamentos turísticos en la zona. El 5 de noviembre de 1927 en la Prensa histórica de Almería se decía literalmente que “BAR ALHUCEMAS. El antiguo establecimiento de Roldán, situado en la calle del Rostrico, esquina a la de Hernán Cortés, abrirá hoy sus puertas al público completamente restaurado, con un gran surtido en bebidas, tapas y bocadillos. Vinos legítimos de Albuñol y Valdepeñas”. Esta original, olvidada y curiosa historia de la que poco más sabemos, nos lleva a enlazar con una Historia de España de la que todos formamos parte: nos referimos a la Guerra de África hacia donde embarcaron muchos almerienses para encontrar una muerte casi segura en aquellas campañas que terminaron en un desastre. Precisamente España, que ha perdido sus colonias y prestigio, necesita recuperarse y en este sentido pone sus ojos en Marruecos donde tenía intereses estratégicos (para defender Ceuta y Melilla) e Intereses económicos (recursos mineros y construcción del ferrocarril): se firma un tratado hispano-francés y Marruecos se convierte en un protectorado de tal manera que el norte, más pequeño y pobre, pertenecía a España (Rif, zona de tribus). Pues bien, estos rifeños practicaban guerra de guerrillas y su líder era Abd-el-Krim que causó varias derrotas al ejército español lo que supuso humillación. La más grave de todas es “El Desastre de Annual” en 1921 donde hubo más de 8000 bajas y una auténtica conmoción política cuyas consecuencias terminarían desembocando en la dictadura de Primo de Rivera, el cual firmó un tratado con Francia para que ambos ejércitos desembarcaran en Alhucemas en 1925, donde Abd-el-Krim fue derrotado y se consiguió finalizar con la guerra marroquí. Y aquí desembocamos en nuestro Bar Alhucemas que hace referencia a esa histórica batalla y, a la vez, a una guerra impopular e interminable en África donde muchos almerienses, que no podían pagar para librarse de prestar servicio militar, perdieron la vida. Bienvenido Sáez, sabemos que fue uno de ellos, pero ¿Estuvo realmente en Alhucemas? ¿Se inspiró en el desembarco para fundar su establecimiento?