Vox quiere volver a la celebración tradicional del festejo

El día del pendón y lo que significa no parece interesarle mucho a los almerienses. No creo que sean más de cuatro o cinco ciudadanos a los que les importe la fórmula que use el alcalde en la tremolación del estandarte. Si se vuelve a cambiar se harán oír las voces de dos asociaciones y un par o tres de partidos, no creo que oigan ustedes las de casi un par de cientos de miles de almerienses que por aquí viven. No acuden al acto, no participan en la procesión y ni siquiera oyen la homilía en la catedral. Justo es reconocer que cuando el encargado de la homilía era don Juan López la Catedral presentaba mejor apariencia y la procesión mayor colorido y personajes, quizás porque don Juan, una vez que tenía a los políticos bajo la bota de sus palabras, no dejaba títere con cabeza. Era un espectáculo ver salir de la catedral las caras de algunos políticos. Los había que no aguantaban y abandonaban el acto litúrgico antes de acabar las diatribas que desde el púlpito les llegaban.

En aquellos años mandaba el PSOE y don Juan convertía su palabra en vara de almendro y les azotaba sin miramiento. Hubo años en que había más políticos en la plaza que dentro de la Catedral. Se diría el cura, para una vez que os tengo debajo vais a saber lo que es bueno, y así era ciertamente, él subido en el púlpito y los políticos debajo sentados en los bancos aguantando el chaparrón. Pues hasta esa emoción ha perdido el día del Pendón, oiga. Las homilías de hoy en día no tienen esa emoción de ver quién se lleva el rapapolvo y las risitas disimuladas de los otros, que por cierto siempre eran los mismos. Hoy hasta en la iglesia se impone lo políticamente correcto y el obispo no es don Juan. Y es que don Juan no había más que uno, y algunos dicen que irrepetible. Lo que a mí y a miles de almerienses nos preocuparía es que los chicos de Vox decidieran, si alguna vez tienen fuerza en la Corporación, es que nos quitaran la fiesta del día de San Juan. No tendrá tanta historia y tradición detrás, es cierto, pero es lo que quieren los almerienses, disfrutar de la noche del 23 de junio en el mar en compañía de familia y amigos y descansar el de San Juan. Ramón, por tu abuelo, al tremolar el pendón esta mañana di lo que quieras, no nos vamos a enfadar, pero no nos toques la fiesta de San Juan, eso nos tocaría los dídimos.