En estos meses he tenido la ocasión de visitar pueblos del Alto Almanzora y me vienen llamando la atención las inquietudes de los vecinos ante lo que ellos consideran un despropósito de la Administración andaluza, la cual pretende acometer obras abriendo “pozos de emergencia” en Alcóntar dejando seco a un pueblo secularmente abandonado por los poderes públicos. Tanto Serón como Alcóntar han compartido y comparten un modelo de agricultura tradicional familiar, de vega, con sus fuentes, sus balsas, sus tandas y sus días de agua; fuentes que año tras año van secándose o en el mejor de los casos disminuyendo de manera alarmante su histórico caudal. He podido descubrir también que la justificación política basada en la urgencia de estos pozos de emergencia como necesidad extrema para el consumo humano de los vecinos de Albox no es cierta ya que esconde otros intereses más allá del citado consumo humano y tampoco tiene sentido porque si fuera verdad, que no lo es, otras vías son posibles. Hoy tiene embalsado el pantano de Negratín 216 hectómetros cúbicos. ¿Qué supone dar 0,7 hectómetros cúbicos/año para Albox y 0,3 hectómetros cúbicos/año para Olula del Río?. O lo que es lo mismo, 0,08 hectómetros cúbicos/mes para las dos poblaciones. Para que se me entienda mejor, es llevar en la cartera 216 euros y dar ¡8 céntimos de euro al mes! a un amigo que realmente lo necesita. ¿Habría alguien capaz de negarse a esa ayuda? Tachar de insolidarios a los vecinos de Alcóntar y Serón, con la oscura intención de enfrentarlos con sus vecinos de Albox entre otros pueblos de la comarca, es puro ejercicio de cinismo. Además, la supuesta emergencia no es tal ¿Cómo va a ser una emergencia si han venido despilfarrando en otros usos más de 6 hectómetros cúbicos de agua que vienen recibiendo para abastecimiento cada año a lo largo de la última década?
Por eso causa sofoco escuchar declaraciones de algún político de turno, que jamás ha pasado por Alcóntar, dar lecciones de ética a los ciudadanos tachándolos de insolidarios. Insolidaridad es la de esos alcaldes del medio Almanzora que reciben de enero a agosto seis hectómetros cúbicos de agua del pantano del Negratín para abastecimiento humano cuando según ellos mismos solo necesitaban 0,7 hectómetros cúbicos. ¿Qué han hecho con los 5,3 restantes?. Hablamos de cinco mil trescientos millones de litros que han tenido un destino totalmente diferente del previsto. Y después de haberlos gastado, en el pasado mes de agosto, ponen el grito en el cielo sobre los Alconteños y Seronenses por negarse a los mal llamados pozos de emergencia.
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