El debate demostró que el presupuesto ha dejado de interesar

Los políticos se han dado cuenta de que las discusiones políticas e ideológicas sobre los presupuestos de un ayuntamiento no es ninguna solución para los ciudadanos a los que dicen representar. Los papeles van a soportar todo lo que quiera el equipo de gobierno, pero lo cierto es que a partir de los gastos fijos que tiene el consistorio, con el tema de personal, empresas públicas y dinero para adjudicaciones, migajas es lo que queda para repartir. En todos los apartados dice el alcalde que va a subir el presupuesto, y sobre el papel así lo pueden ustedes ver, otra cosa es que después ocurra. Al alcalde le preocupa el que los ciudadanos paguen menos, y se nos anuncia bajada en la basura. ¡Alucino! Si pagando lo que se paga hoy Almería está sucia, pero sucia, cuando a la empresa le paguen menos nos podemos convertir en el Barranco Caballar. Y así en otras parcelas. Una conclusión saqué, que llevaba muchos años sin seguir debates de presupuestos y que no me van a coger en otra. Digan lo que digan y aprueben lo que aprueban el dinero de los almerienses se lo van a gastar como les dé la gana. Se acuerdan de las fotos, sí, la de Ramón con Miguel y la de Joaquín con Alonso. Cara seria en la de Joaquín. Y nos enteramos de que desde Cs se había presionado al alcalde para que no se aceptara el apoyo de Vox a las cuentas. Lo dijo, lo dijo, el señor Pérez de la Blanca lo dijo. Lo que nos lleva a pensar que si Ramón no se hizo la foto con Joaquín fue por culpa de Miguel. Y Joaquín le mandó un aviso a Ramón, cuidado en quién confías. Y es que Miguel quiere ser el novio en la boda y el muerto en el entierro. Y unas veces quería estar más a la izquierda del PSOE y otras más a la derecha que del PP, pero sin llegarle a Vox. Hoy me acuesto con el PP pero sin Vox, mañana lo hago con PSOE y no le importa que esté Podemos. Es la gran épica en la que quiere estar Cazorla y que el votante cada vez entiende menos. Adriana Valverde pronunció un buen discurso, pero no se puede ir a un pleno, a defender lo que sea, y leerle al personal durante más de media hora. Si lo lleva escrito, alguna lección de interpretación necesita doña Adriana. Al señor Alonso no le entendí nada de lo que dijo. Pero fue el triunfador, aprobó las cuentas. El debate sobre los ficus y el Pingurucho me gustó más.