Información compulsiva que no veraz para vendernos aquella sanidad que nos prometieron. Todo parece muy real en esta incertidumbre de listas de esperas interminables, cascadas de dimisiones, colapsos en urgencias, falta de personal y medios. Mientras tanto se finge la apertura del hospital materno infantil sin licencia y todavía con telarañas.
La sucesión de problemas rebosa en los datos del Defensor del Paciente y el presidente de la Junta Juanma Moreno no es capaz de resolverlos. Las promesas incumplidas son ahora un virus que poco a poco han ido deteriorando el sistema andaluz de salud, empeorando hasta un estado crítico y ha resultado mortal a ciudadanos que no han podido ser asistidos en centros de salud por falta de personal. Se desmorona una estructura sólida, un pilar de la sociedad del bienestar y sólo falta que cuelguen el cartel de se vende. Sin citas, con urgencias saturadas quién puede acude al sistema privado y una vez más nos encontramos con la voluntad de la desigualdad social de la derecha. La baja calidad de sus políticas sociales es una tiranía en una sociedad democrática e igualitaria.
El neoliberalismo de trifachito busca el privilegio de los pudientes deteriorando lo público generando un desvastador panorama para las clases populares. Merman la calidad de vida de todos los andaluces recortando el gasto en sanidad pública. El daño es una gran crisis de los servicios sociales surgida por la irresponsabilidad de un gobierno que busca desmantelar el sistema público sanitario. Habría que preguntar a nuestros gobernantes ¿La salud para quién? La respuesta válida sería para todos.
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