Sinvergüenzas, irresponsables, id a decírselo a Pablo Iglesias

Cuentan que las expresiones reflejadas en el titular salieron de la boca del presidente de la Diputación, Javier Aureliano García, y dedicadas a los alcaldes y miembros del PSOE que abandonaron la asamblea de Galasa. No estuve en la asamblea y por lo tanto no puedo aseverar la autoría de las citadas. Si es como se ha manifestado desde las instancias del PSOE, algo tendría que decir don Javier Aureliano. No le teníamos en la lista de los políticos que acuden al insulto para defender sus posturas. Ha venido dando la impresión en estos años, nos gusten o no sus decisiones, de tener controlado sus nervios y sus salidas de tono. Cierto que en algunas agrupaciones locales del PP en la provincia se le ha tachado de imponer su voluntad, de quitar y poner candidatos según su antojo, pero no nos había llegado el que el insulto al rival formara parte de su cultura política. Si no desmiente lo manifestado por el PSOE, habrá que pensar que ha cruzado el umbral de la buena práctica política, que pierde los nervios ante la oposición y que puede llegar al insulto, si hace falta, en la defensa de su política en la empresa pública Galasa. No entro en la pelea política ocurrida en la asamblea de la empresa. El que se queda fuera, en este caso el PSOE, habrá causado motivos para ello, por mucho que ahora alguien se quiera quitar la responsabilidad ante la dirección de su partido, y el que no le deja entrar lo único que ha hecho es aprovechar la circunstancia y les ha ganado a los socialistas por la mano. Y lo ha hecho con los votos de los participantes en la asamblea, lo que es, no creo que se pueda decir lo contrario, totalmente democrático. Pregunto. ¿No se estará usando la salida de tono de Javier Aureliano, la perdida de nervios del presidente, los insultos lanzados contra alcaldes del PSOE, por alguien que quiere esconder el error político cometido y que ha dejado a los socialistas con una mínima representación dentro del órgano de gestión de Galasa? Con todo, señor presidente de la Diputación, siento decirle que a partir de ahora pasa usted a la lista, mientras no demuestre lo contrario, de los políticos que usan el insulto contra sus rivales como forma para defender sus ideas. Podrá ganar puntos en su partido con ello, pero no creo que pueda convencer a la opinión pública con ellos.