Ahora parece que nuestros políticos se han caído del guindo

Juan Torrijos
11:00 • 29 feb. 2020

Desde hace más de uno y de dos años se viene hablando del fraude del tomate que entra por Almería de Marruecos, se etiqueta aquí y se vende como tomate de Almería. Se han gravado videos con los camiones entrando en las empresas almerienses, se han mandado a los medios, a las autoridades y estas se hacen los sordos. Se ha denunciado a las empresas que ejercían estas prácticas, y silencio. De nuevo tuvo que ser La Voz de Almería, con sus titulares en primera página, la que consiguiera que se tomara conciencia y que hasta los políticos se unan al clamor de una agricultura a la que no están ayudando y menos defendiendo. Y los políticos ahora parece que se caen del guindo en el que estaban aupados. Lo que está sucediendo con los tomates almerienses ya nos ocurrió con otros productos a lo largo de la historia, con la diferencia de que entonces nosotros poníamos las naranjas y otros les ponías las etiquetas. Lo que cuesta trabajo de entender es que si las denuncias estaban ahí, si los videos eran las pruebas palpables de lo que estaba ocurriendo, nos tendrían que explicar los distintos subdelegados que en estos últimos años han pasado por Almería, así como los consejeros de agricultura de la junta, a qué puñetas han estado jugando. El control que se estaba llevando a cabo era exhaustivo, nos decían desde la calle Arapiles. ¡Menudo control! Pero no solo hay que pensar en los políticos, también en las cooperativas y empresas comercializadoras que han hecho oídos sordos ante las denuncias que les llegaban de los agricultores. A estas empresas, aunque ahora ponga en grito en el cielo, les ha beneficiado el bajo precio obtenido por los agricultores. Pero han callado, y ha tenido que ser La Voz las que les obligue, con las denuncias en su primera, a la toma de postura de algunos de los líderes de estas empresas y que por fin pongan su voz en contra del fraude agrícola. Es lamentable, pero ha habido que bajarlos del púlpito a golpe de titular, donde se encontraban y que tan felices disfrutaban los unos y los otros. Coag y Asaja se han cansado de denunciar a esas empresas que traficaban con el tomate, y no les han hecho demasiado caso. ¿Controlará el gobierno los puertos por donde llegan los camiones camino de Almería? Si quieren que les diga la verdad, lo dudo. Queremos el nombre de las denunciadas.






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