Ejército con sabiduría

Si echamos la vista atrás, y nos vamos hasta la Grecia antigua, podemos encontrar la figura de los primeros educadores reconocidos, los sofistas, grandes viajeros que tenían conocimientos de diferentes culturas, lo que les hacía mejores conocedores del mundo, de ahí que hicieran profesión en el arte de enseñar sabiduría. Es con Alejandro Magno con quien la educación llega a más población, sin dejar de entender y atender a la persona en sus tres dimensiones: cuerpo, mente y alma; no es de extrañar que el apodado “El Grande” considerara que estaba en deuda con su padre por vivir, pero que también lo estaba con su maestro por vivir bien.

En estos días en los que hay quienes se empeñan en hacer la zancadilla a otros, en días hostiles de mucha gente para con el diferente, en estos días de dificultades, desazón y oportunismo político, no quiero ni puedo dejarme llevar por la minoría destructora.

Por eso hoy me centro en la solidaridad de tanta gente, en la responsabilidad que demuestra nuestra sociedad y, en especial, en las personas herederas de aquellos sofistas. Durante estas primeras tres semanas de confinamiento en casa, nuestras niñas y niños han contado con un ejército de docentes que han luchado, desde la distancia física, pero con la cercanía de quien está ahí para todo y para todos en cualquier momento, contra el aburrimiento, contra la desidia, contra la ansiedad de estar en casa sin poder salir, contra la incultura, contra la tristeza, …, un ejército con más milicia que con la que contó Alejandro Magno para combatir al poderoso Imperio persa, capaz de movilizar a todos los niños de este país y sus familias para continuar con su formación integral, al más estilo griego, a pesar de tener que cambiar en horas por completo las metodologías.

Me siento orgulloso de formar parte de ese ejército armado de lápiz, goma, tiza, ordenador, numerosas horas de dedicación y mucha creatividad, que demuestra cada día la valía que apodera, contribuyendo a la mejora y crecimiento de la savia viva de nuestra sociedad, nuestros menores.