Ni un paso atrás

En la crisis sanitaria y social del COVID-19 las mujeres han estado en primera línea desempeñando un papel extraordinario, como trabajadoras en el ámbito sanitario y científico, desde los servicios esenciales y asumiendo la responsabilidad de los cuidados en el ámbito privado. Pero, además, esta crisis está afectando más a las mujeres: el desempleo, el cierre de empresas o los ERTES llevan nombre de mujer. Han soportado los efectos de la pandemia teniendo que compaginar las clases  de sus hijos e hijas, la atención a sus padres o abuelos, el trabajo profesional y las tareas del hogar. Todo ello, a costa de su propia carrera laboral y de su bienestar. Mención especial para aquellas que han sufrido la tortura añadida de ser víctimas de violencia de género. 

Uno de los principales retos para nuestra sociedad es sin duda conseguir la libertad económica de las mujeres y garantizar sus derechos laborales, pues en este contexto es donde se produce una de las mayores desigualdades. Es preciso luchar contra la brecha salarial, la precariedad y la discriminación en el acceso al empleo, y garantizar la promoción profesional, porque el empleo precario sigue teniendo rostro de mujer, incluso en el ámbito de lo público, y porque, cuando se desmantelan servicios sociales, educativos, sanitarios o de dependencia, las primeras perjudicadas son las mujeres.

La pandemia ha agravado la situación de las mujeres y ha constatado que siguen infrarrepresentadas en los espacios de poder y de toma de decisiones. Es ineludible que las medidas para conseguir la igualdad se inserten en todos los ámbitos de la agenda política, desde la UE hasta el más pequeño de los ayuntamientos. Desde el PSOE llevamos años trabajando para hacerlo realidad. Por eso, el pasado diciembre, los socialistas conseguimos la aprobación en el Pleno del Ayuntamiento de Almería de una moción con medidas en este sentido, que están pendientes llevarse a cabo. Impulsar el Consejo Asesor de la Mujer, estudiar la gestión directa de los Centros de la Mujer, aprobar el IV Plan de Igualdad medidas de apoyo a emprendedoras, poner en marcha el Plan Integral contra la Trata y Tráfico de Seres Humanos con fines de Explotación Sexual, elaborar un programa anual de cursos y talleres para jóvenes, niños y niñas, definir un protocolo de actuación frente al acoso laboral en el Ayuntamiento y crear el Observatorio Municipal de la Igualdad, son algunos de los compromisos.

Conmemoramos ahora los 90 años de la conquista del voto de las mujeres en España, un derecho sepultado durante los 40 años de dictadura y recuperado con nuestra actual democracia. Pero la ultraderecha, nada más llegar a las instituciones ha puesto sus ojos nuevamente en las mujeres, mientras el Gobierno de la Junta de Andalucía ignora sistemáticamente nuestra legítimas reivindicaciones y utiliza nuestros derechos como moneda de cambio.  

Existe una amenaza significativa de retroceder en los logros feministas que tanto esfuerzo costó conseguir. Por ello, observamos con preocupación lo que está ocurriendo en Andalucía, con nuestra esperanza puesta en el Gobierno de progreso en España y, aunque este año no se llevará a cabo la tradicional manifestación del 8-M, proclamamos la realidad de que el feminismo es imparable, es una fuerza poderosa y transversal que ha permitido conquistar espacios y derechos sobre los que no hay retroceso y quienes pretendan revertirlos tendrán enfrente a todas y a todos los socialistas. Ni un paso atrás.