Desde hace más de setenta días la vida vive otra vida en todos los lugares del mundo y, por supuesto, de nuestra geografía. En este paréntesis de tiempo y espacio la vida vive esa otra vida con sus peculiaridades y con sus particulares noticias e historias. Una de esas buenas nuevas, tan huérfanas en estas calendas, está fechada en nuestra legendaria comarca del Almanzora, curtida por la adversidad y templada por el aíre mediterráneo, tan dada al suspiro y al sobresalto, pero también a la iniciativa y al emprendimiento. Una de esas novedades ha llegado hace pocas semanas con nombre propio : Premio nacional de Emprendimiento Innovador a un quinteto de jóvenes almerienses, a cinco estudiantes de grado medio, en la rama de Gestión Administrativa, del Instituto Martín García Ramos de Albox. Este laureado reconocimiento alberga una humana historia, cuyas páginas -de perenne memoria- han sido escritas con diestros renglones por jóvenes valores de esta tierra, y cuyo prólogo se redactó en el Primer Concurso de Miniempresas de Junior Archivement, patrocinado por la empresa Cosentino. El capítulo siguiente superó la competición regional de Valencia y Almería, y el último capítulo se ha alzado, recientemente, con el galardón nacional, otorgado por el Ayuntamiento de Madrid.
La historia dio principio ocho meses atrás, a mediados de octubre del pasado año, cuando el equipo de estudiantes apostó por el desarrollo de un proyecto que inicialmente anduvo en torno a alguna aplicación en el sector agrícola, de tanta relevancia en nuestra provincia. Sin embargo, pesó más en el grupo la conciencia solidaria y la generosa ayuda hacia el otro que cualquier otra propuesta exitosa para el ámbito agrícola o el medio ambiente. El resultado del proyecto es un producto –Watch Out- que consiste en un pin que detecta obstáculos y mediante ondas de radiofrecuencia envía información a una pulsera-reloj que la hace vibrar y alerta al usuario del peligro. Cuando el prototipo, que ya ha sido patentado, esté desarrollado en su totalidad –con geolocalizador y linterna- prestará una gran utilidad social, sobre todo a personas con distintas discapacidades –visual, cognitiva y auditivas- e, incluso, a niños.
El Almanzora es su tierra y noble su gesta. Miriam García Chacón -24 años, Llano de los Olleres-, Olivia Ellen Jones -18 años, Las Pocicas-, Laila Belmekhantar El Hafian, 20 años, Oria-, Jesús Mellado Oller -18 años, Albox- y Juan Francisco Calvo García - 18 años, Albox-, son las identidades de los autores de esta hermosa historia que traspasa los confines del emprendimiento para ofrecer una clase magistral de valores humanos: Compañerismo, lealtad, empatía, amistad, respeto, amor y sobre todo solidaridad, a los que de alguna forma también se han sumado la profesora Laura Conesa, Luis Puerta y las asesoras de Cosentino. Valores-guía para dejar expedito el camino de Juan Francisco Calvo, cuya discapacidad visual parcial por una retinosis pigmentaria, desde los nueve años, dolía en el alma de sus compañeros en cada tropiezo con el pupitre, en cada golpe falso con el bastón, en su limitación de movilidad… Una compañera preocupación que se transformó en alegría, reconocimiento y agradecimiento en Juan Francisco cuando en aquel certero día de octubre todos apostaron por la búsqueda de un “bastón” más eficiente.De ese dolor solidario ha nacido el reconocido dispositivo que, a buen seguro, tantos caminos va a abrir. Ellos, sus creadores, lamentan la errónea reputación que gratuitamente algunos colectivos atribuyen a la juventud; la mermada empatía con las discapacidades; les duele, a veces, tanto “niño de papá”, la infravaloración social que tiene su generación, que se la considere “perdida” cuando es capaz de crear y desarrollar algo útil para avanzar y mejorar, y les molesta el escaso apoyo que encuentra. Desde la perseverancia a la tozudez, desde la empatía a la timidez, desde la ambición a la responsabilidad, ellos viven al socaire de un abanico de personalidades propias que saben reconocer con sinceridad. Como también se reconocen profesionalmente en la empresa, en el deporte o en la cosmética, pretensiones laborales que han recibido este premio de Emprendimiento Innovador como un maná motivador y reforzante.
Son ellos, jóvenes de este tiempo con aficiones de este tiempo: la música, el baile, el deporte, la lectura, los amigos.., pero también el esfuerzo y el trabajo. Son ellos, quienes con Martin Luther King Jr. piensan, en ocasiones, que “hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos como hermanos”. Son ellos, Miriam, Olivia, Laila, Jesús y Juan Francisco, quienes han escrito con ese arte de vivir como hermanos esta lección de vida. Son ellos, solidarios hijos del Almanzora.
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