Mi hoja de ruta

No sé si saben ustedes que esta sección diaria comenzó con el juego del sí y del no. Es algo que se utiliza en los periódicos para dar ejemplo de objetividad. Un escritor ve el problema desde la derecha y otro desde la izquierda. A mí, por circunstancias que no vienen al caso, me aplicaron la izquierda, así que hice mi trabajo como mejor pude. El hecho real de que gobernara el PSOE confundía a veces la intención de estas notas por creer que yo era defensor de Zapatero. A medida que crecía el paro y el país se iba a pique parecía una locura irracional no apuntarme a los argumentos de la derecha que más bien ocultaba sus programa aunque seguía golpeando sin piedad con los cinco millones de parados. Bien, ya ha ganado Rajoy con un triunfo sin precedentes. Mi felicitación como manda la buena crianza. Lo que no voy hacer, porque no es mi estilo, es poner en marcha el botafumeiro a ver si me regala un pavo por navidad. Seguiré con mi visión no partidista pero sí de izquierdas. Y desde esta ladera trataré de contrastar lo que se ha dicho en esta campaña respecto a la pronta salida de la crisis y a las soluciones prometidas. Por lo que hace a la libertad de expresión, me alegra que Rajoy diga que va a gobernar para todos piensen como piensen y digan lo que digan. A ver si es verdad. No me gusta lo de victoria aplastante porque aquí cada cierto tiempo España da un bandazo "histórico" y estamos bien hartos de situaciones más aplastantes que victoriosas, no hablemos ya de la guerra civil que aquello sí que fue la debacle. Tenemos desde ayer un país azul, azul cielo azul mar y azules gaviotas cruzando pueblos y paisajes también azules. Nada me gustaría más por lo mucho que personalmente me afecta que hubiera empleo para los jóvenes aunque esa política de no subir impuestos y hacer pagar la crisis a los más pobres se parece un poco al milagro del pan y los peces, milagro que ahora dicen que no existirá. En fin, que estoy donde estaba. Recobro mi pequeña estatura intelectual y en los sucesivo pienso actuar de centrocampista, con la venia del periódico.