Tener un plan

Llegado el buen tiempo, y gracias al sacrificio colectivo, ya podemos pensar en ir a la playa y, con ello, muchos se paran ante el espejo y se descubren algún que otro kilito de más, máxime tras el parón físico-deportivo durante el confinamiento. De ahí la necesidad de muchos en realizar un plan para ponerse en forma, aunque los expertos nos aconsejan no realizarlo sin consultar a un especialista.

Esto debería extrapolarse al plano educativo para desarrollar un plan de vuelta a las aulas en septiembre. Tras el acuerdo entre Ministerio y Comunidades autónomas, es preocupante que, en Andalucía, el Gobierno planteé una Instrucción donde no se da respuesta a las inquietudes de toda la comunidad educativa. Se nutren de la ambigüedad y dejan el peso de toda responsabilidad a los equipos docentes y directivos de los centros, y no indica cómo poner en forma nuestro sistema educativo.

Así como para que la ropa te quede holgada es necesario perder volumen, ahora que se están llevando a cabo las matriculaciones, habría que bajar la ratio para cumplir con lo acordado entre Ministerio y Comunidades de tener 20 alumnos por aula. Deben indicar cómo atender a la diversidad, al alumnado con necesidades educativas especiales, los traumas y distintos desfases curriculares tras el confinamiento,…, sin aumentar el número de docentes, psicólogos y orientadores en las aulas. El Gobierno andaluz debe organizar un plan donde la inversión sea motor de un aporte extra de nutrientes y, en lugar de recortar, utilizar la partida aprobada para gasto educativo por el Gobierno de Sánchez de 2.000 M€. 

Y si sumamos a la falta de medios que la Junta no marca con claridad la adaptación curricular generalizada para toda Andalucía, podemos encontrarnos con alumnado de primera y de segunda, con músculo o escuálidos, quienes tienen una situación socio-familiar favorable y quienes no, de ahí la importancia de un plan comprometido y certero.

Pero me temo que a Moreno Bonilla le pasará con este plan como a tanta gente durante el verano, que el plan para ponerse en forma se lo llevarán por delante la cerveza en el chiringuito y las tapitas a la luz de las estrellas, y en septiembre estaremos igual o peor.