A paso de tortuga

Carmen Tomás
23:11 • 11 ago. 2020 / actualizado a las 07:00 • 12 ago. 2020

El indicador avanzado referido a España, el que anticipa la evolución del ciclo de la economía es, según la OCDE, el que peor cara muestra de todos los miembros de la organización. Mientras la tendencia general es que se refuerzan los signos de recuperación en los dos últimos meses, la economía española muestra lo contrario. Hace ya días que venimos contando que también los indicadores adelantados del propio Ministerio de Economía advierten de que no hay recuperación o que en las magnitudes en las que se aprecia una mejora es muy muy lenta. A pesar de todo, miembros del Gobierno y el mismo presidente vienen asegurando en los últimos días que ya se ven signos claros de recuperación. Calviño incluso fue más lejos y situó esa mejoría en datos que se refieren a mayo.


De nuevo, el Gobierno está intentando trasladar un relato que nada tiene que ver con la realidad. Quizás aprovecha que aún muchos trabajadores están de alguna forma anestesiados en un ERTE y la gravedad de la situación no está en el ánimo. Han sido casi tres meses de confinamiento, y los ciudadanos se están dando un respiro. La situación es muy preocupante y se agrava aún más si pensamos que no hay dinero en la caja. Hace días que no sabemos qué está pasando con el Ingreso Mínimo Vital. Ahora parece que el Gobierno quiere que los que puedan acogerse hagan trabajos para la comunidad. Tampoco se ha puesto en marcha la prestación para las empleadas del hogar o el complemento por hijo de los ERTE. De hecho, el Gobierno ha pedido un rescate a Europa, unos 20.000 millones del fondo SURE.


Incluso ha obligado a los ayuntamientos a cederles los fondos del superávit, que han atesorado con el esfuerzo de los ciudadanos. Eso sí se van a inventar una nueva prestación para parados que hayan agotado durante la pandemia.



El Gobierno no están pensando en salvar empresas que es salvar empleos. Está más decidido a buscar soluciones al final de la cadena. No ha entendido cuál es el tejido productivo de este país, miles de pequeñas y medianas empresas y autónomos que necesitan liquidez y menos impuestos. En otoño vendrán los llantos y el crujir de dientes. Igual será demasiado tarde.





Temas relacionados

para ti

en destaque