Siempre he defendido que los políticos, como cualquier ciudadano, tienen derecho a las vacaciones. Me parece que por salud mental todos necesitamos de vez en cuando parar.
Hago está declaración de principios porque sin embargo este verano el Gobierno ha "lucido" por su ausencia.
Y es que parece que Sánchez y los suyos se despreocuparon una vez que se puso punto final al "estado de alarma" y las Comunidades Autónomas tomaron el relevo de hacer frente a la pandemia.
El problema es que llegamos a septiembre sin que el Gobierno y las Comunidades Autónomas hayan sido capaces de prever cómo afrontar conjuntamente la deriva del coronavirus con medidas sanitarias y sobre todo el curso escolar.
Me parece escandaloso que la señora Celáa, ministra de Educación haya estado "missing" y lo mismo se puede decir del ministro de Universidades, el señor Castell, que hasta el momento ha destacado por hacer nada al frente de su ministerio.
Ausencias Pero no son los únicos, podría seguir nombrando a unos cuantos ministros ausentes de los problemas de nuestro país. Ya sé que las Comunidades Autónomas tienen transferidas las competencias de Educación y tantas otras, pero si determinados ministros no tienen una responsabilidad directa, si no pueden adoptar ninguna decisión, entonces podemos preguntarnos para qué sirven sus puestos.
En cuanto al presidente del Gobierno, en mi opinión, no ha sido acertada la elección de la Mareta para sus de vacaciones y alargarlas con estancia en Doñana un exceso por más que ya se haya reincorporado a su despacho en el Palacio de la Moncloa.
Ojo, entiendo y me parece correcto que el Presidente se tome unos días de descanso. Los necesita como los necesitamos todos. Pero mientras él se bañaba en aguas de Lanzarote o descansaba en Doñana, el COVID 19 ha continuado expandiéndose.
El señor Presidente puede alegar que como la sanidad está transferida a las Comunidades Autónomas son estas las que tienen que dar respuesta a esta nueva crisis, pero entonces ¿para que nos sirve el Presidente?
Ya digo que me parece muy bien que el Presidente descanse pero quizá debería haber sido un poco mas discreto y sobre todo no ausentarse totalmente de la sala de mandos.
Gestión autonómica Por otra parte, también deja mucho que desear la gestión de esta crisis por parte de la mayoría de las Comunidades Autónomas.
Galicia y Andalucía quizá son una excepción junto a Asturias, pero por el contrario los responsables de la Comunidad de Madrid son un ejemplo de manifiesta ineptitud.
El caso es que los ciudadanos nos vemos sorprendidos por la ausencia de previsión tanto del Gobierno central como de las Comunidades para seguir abordando la pandemia y sus efectos.
Es más cabe preguntarse si hay alguien ahí.... alguien capaz de marcar las pautas a seguir.
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