Este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, desde CCOO queremos subrayar la necesidad de visibilizar, sensibilizar y actuar ante todas las violenciaS que coartan la libertad de las mujeres e impiden su desarrollo y, por supuesto, repudiar todos los feminicidios y asesinatos machistas, la manifestación más brutal y cruenta de estas violenciaS.
En este aciago 2020 marcado por la pandemia, las violencias contra las mujeres se han acrecentado hasta tal punto que la ONU ya ha calificado este problema de ‘pandemia en la sombra’: la tensión y el estrés de los confinamientos, el empobrecimiento económico y el aislamiento que sufren muchas mujeres se han convertido en el escenario perfecto para los comportamientos controladores y violentos.
Al mismo tiempo, las mujeres ven recrudecerse las desigualdades estructurales que ya les afectaban. Y es que, cuando hablamos de violenciaS, a los asesinatos y a las agresiones físicas, sumamos todas esas otras que también dañan y duelen. ViolenciaS que, frente al negacionismo, hay que visibilizar, ante las que como sociedad nos debemos sensibilizar y ante las que, por supuesto, es imperativo actuar.
Todas las ViolenciaS deben VERSE. Sí, ViolenciaS con “S” porque no se trata de una violencia, aunque todas provengan de una misma raíz. Son muchas, manifestadas de distintas formas, con diferentes intensidades y efectos desde los Feminicidios, la Violencia física, Violencia sexual y acoso sexual, la Violencia económica y la Violencia psicológica entre otras.
Todas las violenciaS deben CONDENARSE. Una vez visibilizadas todas las violencias que dañan a las mujeres, es preciso insistir en una política de tolerancia cero y condena inmediata que pasa en un primer estadio por la sensibilización por parte de la Administración y de todas las instituciones. Para ello, desde CCOO, reclamamos medidas adecuadas sobre todo en el ámbito de la formación y la prevención, como combatir estereotipos sexistas, implantar políticas coeducativas, desarrollar programas de sensibilización y prevención, proporcionar formación específica de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, así como de la judicatura y la abogacía y medidas de prevención de las violencias en las empresas.
Todas las violenciaS deben ERRADICARSE. El último y necesario paso ha de ser un compromiso del conjunto de las instituciones y de la sociedad, así como de cada persona a título individual para erradicar los feminicidios y la violencia física, pero también todas las demás violenciaS que afectan a las mujeres. Para ello, desde CCOO reclamamos más efectividad y recursos en la aplicación del Pacto de Estado en materia de violencia de género, crear o convertir a empleo público los 1.800 puestos de profesionales de los servicios de igualdad y contra la violencia de género, fomento del empleo y la mejora de los derechos laborales y económicos de las mujeres víctimas, poner freno a la explotación laboral y a las agresiones sexuales que puedan sufrir las temporeras migrantes, que se revise la comarcalización de los Juzgados de Violencia de Género, la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo y la ratificación del Convenio 189 de la OIT, sobre empleo y trabajo doméstico, que atañe a trabajadoras especialmente expuestas a las violencias y al acoso.
El Convenio de Estambul, el tratado de referencia en Europa sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres, no solo denuncia este problema social como una grave violación de los derechos humanos, sino que llama a actuar sobre todas las formas de violencia.
CCOO reafirma su COMPROMISO contra las violenciaS machistas porque los derechos de las mujeres son derechos humanos y, por tanto, todas las violencias contra las mujeres son agresiones a la humanidad, a la justicia y a la dignidad. Todas duelen y dañan. Abre los ojos ¡Actúa!
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