Esta Navidad, cautela y valentía para mantenernos alegres

Hace unos días me contaron una historia que me estremeció. Os la cuento. Resulta que una enfermera de un hospital muy conocido de España, visitó a sus padres hace unas pocas semanas. Tras su visita de fin de semana, los padres desarrollaron síntomas de la Covid-19.

Hoy el padre ha muerto, la madre está en la UCI de dicho hospital y la enfermera, la hija, está ingresada en psiquiatría por depresión. A raíz de esto, todo el personal sanitario ha alertado a sus familiares, diciéndoles que la alegría de verse en Navidad, mejor posponerla para marzo o abril. Películas como “Estallido” o “Contagio”, que nos muestran la dureza de las epidemias y sus muertes, son una realidad diaria aún más terrible para el sector médico. Por eso, estas Navidades quizás deberían ser las más cautas y prudentes de nuestra historia reciente. 

Por otro lado, los políticos siguen “utilizando” la situación para ganar réditos y cuestionar a sus rivales. Todos hemos visto series de T.V. sobre las artimañas políticas para mantenerse en el poder. Series como “House of Cards” o “The Wire”, nos muestran cómo la corrupción se cuela en todos los estamentos de la sociedad. Por eso, la cautela debe ser doble: ante el contagio y ante los movimientos políticos que buscan aborregarnos y robarnos la libertad. Como dice George Orwell en su libro “1984”: “El poder consiste en hacer pedazos las mentes humanas y volver a unirlas en nuevas formas que elijas”. 

Quisiera recomendarles dos series de T.V. actuales. La primera es “Star Trek Discovery”: una serie de ciencia ficción reconfortante y bien escrita, que nos recuerda que no importa lo oscuro que se ponga todo, las cosas mejoran. Y la segunda es “Gambito de Dama”, la historia de una huérfana con un don prodigioso para el ajedrez, que lucha por convertirse en la mejor jugadora del mundo, a la vez que va descubriendo qué es la vida y su propia identidad. 

Esta Navidad, en Almería, Pamplona o Madrid, a todos nos toca lo mismo: ser cautos para no dañar a nuestros seres queridos, pero también debemos llenar nuestras mentes de grandes historias, del cine o la literatura, que nos hagan libres y valientes ante la adversidad. Animo y adelante.