El nuevo año nos pide serenidad e inteligencia

Carlos Aguilera
07:00 • 28 dic. 2020

Si algo que nos va a exigir el nuevo año es serenidad para afrontar los nuevos retos que nos vienen. Cualquiera de nosotros sabe que toda la maquinaria en torno a la Covid-19 no ha terminado. Ni mucho menos. Pensemos solamente en los seis meses que nos esperan, mientras las vacunas demuestran o no su eficacia. Por eso no es realista esperar que las circunstancias mejoren para poder ser feliz. Nos toca ser héroes en medio de una “guerra fría” encubierta. 


Recientemente se ha estrenado “Wonder Woman 1984”, la novena película del universo fílmico basado en los superhéroes de DC Cómics. El climax narrativo se logró con “La Liga de la Justicia” y ahora nos llega una notable secuela de la Mujer Maravilla. De momento, los cines en Almería están abiertos, pero, pronto, como ya está ocurriendo en otros países, los estrenos irán directamente a nuestras casas a través de plataformas como Netflix, Disney+ o HBO Max. 


En esta digna secuela, Diana será puesta a prueba, no tanto por su grandeza como guerrera sino por los motivos interiores que definen su heroicidad. Tras la pérdida de su amor Steve Trevor, entra en un proceso interno de madurez, en donde una parte de ella está ausente, como añorando ese afecto perdido. De hecho, en las películas de DC Comics, siempre se le ha dado una gran importancia a las relaciones familiares y a las conexiones emocionales de los personajes. 



Vale la pena destacar, como ya ocurría en “Wonder Woman” (2017), la presencia del mal y su influencia sobre la naturaleza humana. Un caos que recuerda a la película “Joker” (2019) y a la oscuridad del Batman de Nolan. Muy interesante el personaje de Minerva, una amiga de Diana que pierde el control de sí misma.


Si hubiera que poner algunos “peros” a esta película, estarían casi todos en la parte central, que da ciertos bandazos narrativos y rítmicos, quizás por intensificar la relación amorosa de Diana. 



Aún así, la película merece ser vista y disfrutada. Para ser cautos y prudentes, en esta extraña Navidad, debemos ser héroes en los detalles más cotidianos. Pero, sobre todo, logrando esa serenidad interior, que nos haga juzgar con inteligencia los acontecimientos venideros. Feliz Navidad. 




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