Los sectores afectados por las restricciones acordadas por el Gobierno de Andalucía vienen pidiendo ayudas directas a fondo perdido para resistir. La pandemia ha dejado una sucesión de persianas bajadas en las calles y, detrás de cada una, hay personas que emplearon sus ahorros o que se endeudaron para poner en marcha un negocio al que han dedicado incontables horas y esfuerzo.
La situación es dramática, pero el Gobierno de la Junta de Andalucía está más preocupado por polemizar con el Gobierno de España que por dar respuestas. Y digo esto con tanta claridad porque, en un año devastador para la economía andaluza, el Gobierno de Moreno Bonilla ha cerrado las cuentas con un superávit de 847 millones de euros. Con la que está cayendo, resulta inmoral guardar debajo del colchón 847 millones de euros de los andaluces, en lugar de inyectarlos en el bolsillo de una sociedad que pasa por graves dificultades.
A ese superávit hay que sumar otros 826 millones de euros que el Gobierno de España ha transferido al de Andalucía para que se ayude expresamente a las empresas cuya actividad ha caído por los efectos de la pandemia.
Con todo ese dinero, el Gobierno de Andalucía debería tener ya en marcha un ambicioso paquete de ayudas directas. Sin embargo, Moreno Bonilla mantiene el grifo cerrado.
En el trabajo de amortiguar los efectos de esta terrible crisis, el Gobierno central lleva haciendo su parte desde hace un año. El escudo social desplegado por el Gobierno de Pedro Sánchez ha permitido que más de 33.000 trabajadores almerienses se hayan podido acoger a un ERTE, manteniendo unos ingresos mensuales. Asimismo, más de 20.000 autónomos han accedido a prestaciones extraordinarias. El Ingreso Mínimo Vital llega a más de 13.000 personas, junto a diversas medidas más que se han tomado, también de carácter fiscal, para numerosos sectores y colectivos, incluida la agricultura, que han supuesto la inyección de más de 400 millones en Almería desde marzo pasado.
El Gobierno central está haciendo su trabajo, además de transferir dinero a las comunidades autónomas para que hagan el suyo. La Junta de Andalucía dispone de 1.700 millones, entre el dinero que le ha enviado Pedro Sánchez para ayudar a empresas y el superávit y, por lo tanto, no haber puesto en marcha ya esas ayudas directas ha sido fallarles a los almerienses. Nosotros le hemos pedido a Moreno Bonilla que, de esa cantidad, dedique más de 100 millones de euros a ayudar a las empresas y autónomos almerienses. No hacerlo, no arbitrar las medidas que necesita nuestro tejido productivo, supondría un nuevo agravio para Almería.
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