El 35 por ciento de los municipios almerienses perdieron población durante 2020. Una cifra que a modo de bofetada nos da un golpe seco de realidad. Es más, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta 36 pueblos de la provincia cerraron el pasado año con una diferencia negativa en sus censos y lo más preocupante es que, de ellos, 22 localidades tienen menos de 1.000 habitantes.
El éxodo rural supone una herida abierta por la que el interior de la provincia se desangra poco a poco, pero no es un mal que sólo aqueje a nuestra tierra sino que afecta a gran parte del territorio español. Hay pueblos almerienses que también pertenecen a esa ‘España Vaciada’ de la que tanto se habla últimamente, la misma que observa impotente el paso del tiempo, igual que el hortelano o el pastor miran al cielo en año de sequías. En Almería, sin ir más lejos, los casos más acuciantes los encontramos en Partaloa que registró 75 habitantes menos sobre 2019, o Albanchez y Zurgena que también perdieron 54 y 49 vecinos respectivamente.
Estos datos demuestran que la despoblación es un problema que sigue latente y esta atroz pandemia, además, ha venido a evidenciar la soledad de nuestros vecinos más mayores, junto a la falta de recursos y servicios. Hay muchas zonas rurales donde el único sustento son las pensiones y prejubilaciones de sus moradores, de ahí la necesidad imperiosa de generar oportunidades para reactivar el interior almeriense. Por ello, desde el grupo provincial de Ciudadanos en la Diputación impulsamos el Plan de Relevo Generacional de lucha contra la despoblación, propuesta naranja incluida en los presupuestos provinciales de 2021 y dotada con 100.000 euros para una primera fase que desarrollará la Cámara de Comercio.
Tenemos muchas expectativas e ilusiones puestas en esta iniciativa aunque, lamentablemente, sabemos que no es suficiente ya que hablamos de una situación crítica que se extiende por el conjunto del país y que necesita urgentemente de una estrategia nacional seria, rigurosa y coordinada para frenar la agonía silenciosa que sufren nuestros pueblos. Así lo defendimos en su día cuando Ciudadanos fue la primera formación política en plantear un Pacto de Estado contra la Despoblación y así lo seguiremos haciendo hasta que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico reconsidere seriamente nuestra propuesta.
Precisamente, hace poco más de un año, el 29 de enero de 2020, se fundó la Secretaría General para el Reto Demográfico y en este tiempo sólo puedo compartir las discrepancias que han trasladado plataformas como ‘Soria Ya’ o ‘Teruel Existe’, las cuales se quejan del ritmo y de la urgencia con la que el Gobierno está afrontando los problemas. El diagnóstico es conocido por todos, así que lo que necesitamos es más celeridad para abordar con contundencia el éxodo rural.
Y, por favor, ante todo, a los socialistas les rogaría respeto y seriedad cuando se refieran a los Fondos Europeos Next Generation como si se trataran del maná en el desierto de la España rural. Primero, no son los fondos europeos del Gobierno ni de Pedro Sánchez y, segundo, si realmente quieren que ese dinero se destine a la recuperación de nuestro país, eliminando cualquier sospecha de un reparto a dedo entre sus amigos, acepten la propuesta de Ciudadanos para crear una Agencia Independiente de Reconstrucción y Reformas que administre esas partidas importantísimas para el futuro de España.
Mientras tanto, en la ‘Almería Vaciada’ de la ‘España Vaciada’, como si de una lluvia fina se tratara, la despoblación sigue calando los huesos de forma insoportable.
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