Una oportunidad perdida

José Luis Sánchez Teruel
07:00 • 14 mar. 2021

La provincia de Almería dio grandes pasos para mejorar su sanidad pública con el anterior Gobierno andaluz, con hechos como la reanudación de las obras del hospital Materno Infantil, la decisión de asumir que la Junta de Andalucía haría el Hospital de Roquetas de Mar o con la licitación de un nuevo edificio de consultas externas en Torrecárdenas. Estas actuaciones eran una oportunidad para que Almería tuviera nuevos hospitales que se sumasen a los que ya estaban funcionando, ganando más personal sanitario, más camas y más servicios.

Pues bien, hace más de dos años cambió el gobierno en Andalucía y Moreno Bonilla ha tirado estos proyectos y su planificación a la basura.

En 2019 se debería haber puesto en marcha el Hospital Materno Infantil y lo demoraron hasta 2020. Cuando lo hicieron, aprovecharon para cerrar el hospital el de Cruz Roja, sin importarles que estuviésemos en plena pandemia. Además, los dos primeros años del gobierno de las tres derechas han sido dos años en blanco para el nuevo hospital de Roquetas de Mar y para el nuevo edificio de consultas externas.



Faltaron a la verdad a los almerienses en 2019, cuando dijeron que harían el hospital de Roquetas de Mar mediante la colaboración público-privada. Un año después, en septiembre de 2020,  anunciaban que lo licitarían en cuestión de días, dentro del plan Andalucía en Marcha. El pasado mes de enero, Moreno Bonilla retrasó la licitación a febrero de este año. Y finalmente, el consejero de Salud y Familias nos ha dicho hace unos días que para septiembre de este año espera poder licitarlo, con cargo a los fondos Next Generation negociados por el presidente del Gobierno de España.

En el caso del nuevo edificio de consultas externas de Torrecárdenas, también han mentido. Lo hicieron cuando anunciaron que habían rescindido el contrato ya firmado, para ampliar el edificio y volver a licitarlo en 2020. Ahora, el propio consejero reconoce que será posiblemente en septiembre de este año cuando vuelvan a licitarlo, con lo que hasta 2024 no estará operativo.



Todos estos cambalaches tienen como consecuencia que Almería, por decisión del Gobierno de Moreno Bonilla, ha perdido la oportunidad de ver incrementadas las camas, el personal sanitario y los servicios de su sanidad pública.

Otra de las consecuencias es que los almerienses vamos a ver retrasada la puesta en marcha de proyectos que son ahora más necesarios que nunca. De poder estar al servicio de los almerienses en esta Legislatura, hemos pasado a confirmar que hasta 2024, siendo optimistas, difícilmente van a estar en funcionamiento. Lo dicho, una pena.




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