Ama a tu familia

Las necesidades familiares e individuales han ido cambiando las estructuras de nuestras viviendas a lo largo de los años. Incluso en éste último, hay quienes se han replanteado la necesidad de contar con patio en casa, o con terraza grande, incluso un “terrao” (hoy solárium) para poder pasar más tiempo al aire libre sin mascarilla, con su núcleo de convivientes o con visitas en tiempos de pandemia.

Así es, las necesidades sociales, económicas, laborales…, influyen en la forma de vida. En este sentido, nuestro país adolece de una buena conciliación laboral y familiar. Porque, al igual que la vivienda varía según quien la habita, la vida laboral debería adaptarse a los tiempos actuales y a las distintas realidades afectivo-familiares, como primer núcleo de construcción de cualquier sociedad. No en vano, ya dijo la Madre Teresa de Calcuta “¿Qué puedes hacer para promover la paz mundial? Ve a casa y ama a tu familia” Pero nos encontramos con una sociedad en la que sorteamos el tiempo dedicado a ésta, – ya no digamos al cuidado individual – descuidando la educación de menores y la corresponsabilidad, o delegando en terceros en ausencia de referencia adulta del núcleo familiar. ¿Cómo hacer entonces lo que nos dice la Madre Teresa?

Se hace imprescindible una adaptación total de nuestro mercado laboral, con cambios de horario acorde a los escolares como en otros países, y extirpar la idea de vivir para trabajar, incluso reduciendo el número de jornadas laborales. De lo contrario dificultamos el futuro del país por el envejecimiento del mismo.

En Almería faltan políticas del Ayuntamiento cercanas a la ciudadanía y que sean sensibles con esta problemática. No sólo ayudando a familias numerosas, se debería bonificar a empresas que favorezcan la conciliación, o poner en marcha campamentos urbanos que conjuguen el ocio, la cultura, el deporte e incluso la concienciación de respeto y cuidado del medio ambiente.

Para hacer ciudad, para cuidar de la familia almeriense, es necesario cuidar de todas y cada una de las familias que conforman nuestra sociedad, sean del tipo que sean, más allá de lo que les exijan al PP para unir esfuerzos ultraderechistas en las instituciones, porque si aman a la familia patria más que para sus intereses, no tendremos paz nunca.