Antonio Alvarez
23:30 • 13 ene. 2012
Leo la prensa, un vistazo fugaz a los titulares, y lo "flipo en colores": la izquierda "abertxale" propone a Arnaldo Otegui como premio Nobel de la Paz. La cosa tiene su gracia, por no echarse a llorar. "Premio de la paz en los cementerios" sería mas acertado, como leo en un comentario muy preciso adjunto por alguien, anónimo, a la noticia en la red. El nivel de estupidez en los humanos cada vez es más alarmante. Las bombillas no es que estén encendidas, es que han estallado sin más, y la humeante resistencia calcinada es eso: humo en el aire; señales de humo pocas a la vista en un mundo cegado por la ignominia y la pérdida de horizonte. Tal vez se trate de una transacción pura y dura de humo... Así quiero tomar esta noticia como la de unos vendedores de algo sin pies ni cabeza, estos lobos aberchales con piel de cordero que ayer mataban sin más y hoy se postulan en pos de un mundo mejor, sin haber recorrido ningún camino, (el del perdón ni mentarlo), solo con el triste aval de que aparcaron sus pistolas y el humo de sus cañones está algo desvanecido en el ambiente. Hace unos días creo, hace un año que ETA decidió un alto el fuego permanente. Y, a la vez enlazando lo anterior, en las noticias de la televisión vi como a un policía alavés, vasco (nada de "picoleto" andaluz o extremeño) se le condecoraba y se le rendía honores por su Diputación Foral, casi treinta años después, y con cara de circunstancia en el rostro de otra viuda olvidada por décadas, y que salió por patas, sí, exiliada en su propio país, estado, nación, o cortijo de las Españas. Más vale una tontería sin gracia, que un tiro de gracia. Mas vale tarde que nunca, más algo que nada. Vale un recuerdo más que el olvido. Pero lo que no vale en nombre de la paz es incluso que le dedique este artículo y estas líneas a semejante ocurrencia. Está claro que sería demasiada mierda para un premio como el Nobel, algo, por no decir bastante devaluado estos últimos años, por mucho que las hienas de Euskadi se hagan vegetarianas ahora, así tan de repente...
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