Dos teorías

Existen dos teorías para explicar la transformación de una sociedad. Una es la visión popular que en este caso no tiene nada que ver con el PP. La otra es la elitista que se funda en el poder de arrastre de unas personalidades fuertes y atractivas. La izquierda se ha basado siempre en la primera. Supongo que no hace falta ahora aludir a ninguna revolución histórica para probarlo. La derecha, por contrario, fija su suerte en el grito ululante de su líder. Subyace aquí el desprecio que se le tiene a la masa como gente anodina, necia e invertebrada. Por cierto el adjetivo invertebrada remite a Ortega y Gasset, el filósofo que intentó explicar la decadencia de España con estos conceptos. Abandonando la teoría y pasando a la anécdota, yo pienso que las elecciones andaluzas van a ser un reflejo de esta doctrina política. Por un lado el PSOE, al quedarse sin buena parte de su base obrera, tiene que pechar con una crisis económica, cuyo origen no es socialista, pero sin embargo resulta un tremendo argumento disuasor para movilizar a los andaluces hacia las urnas. Por otro lado, el Partido Popular, bajo la presunción de que son mejores en cuestiones de dinero y que han estudiado en mejores colegios intentan llevar al parlamento a sus alcaldes incluso contraviniendo lo aprobado anteriormente. Son los alcaldes de las grandes ciudades andaluzas que desean repetir triunfo en las autonómicas. Va ser un combate duro, como ya he dicho otras veces Veremos en qué medida el pueblo andaluz tiene presente su memoria histórica, su abandono secular , su hambre ancestral. En todo ese tiempo los gobiernos centrales no hicieron gran cosa, más bien se alejaron lavándose las manos como Pilatos. Las luchas callejeras por el 151 fueron mas propios de los grupos de izquierda, mientras los señoritos se reían detrás de las co fortables cristaleras de los casinos. No obstante, tampoco hay que olvidar que Andalucía no es lo que era debido, quieran o no, a los treinta años de poder socialista. Es muy probable que esta clase media, educada a lomos del Junta, sea ahora la que incline el poder hacia la derecha, todo será cuestión de creer en el carisma transformador de Javier Arenas.