La necesidad de silencio interior para poder descansar

Cuando llega el verano, todo deseamos “descansar”. Traemos la mochila cargada de peso de todo el año; y esperamos que por llegar a la playa, todo se resuelva como por arte de magia. Pero no hay descanso sin silencio. Y no hay silencio verdadero si no acallamos nuestro ruido interior. Podemos estar en cualquier hermosa playa de Almería, oyendo las olas que van y vienen, y nuestra mente estar en otro lugar.

Es urgente aprender esta doble dimensión que tiene el silencio: el exterior y el interior, ese que tiene que ver con el ruido de nuestra mente, que se empeña en robarnos la paz. 

Recientemente se ha estrenado en los cines la segunda parte de la película “Un lugar tranquilo” (2018), dirigida por John Krasinski, actor, escritor y director estadounidense, más conocido por su papel en la serie de la NBC, “The Office”. En 2018, también interpretó a Jack Ryan en la serie homónima de la plataforma Amazon. “Un lugar tranquilo” nos cuenta la historia de una familia que vive en una casa en el bosque, cuidándose de no emitir ningún sonido. Unos alienígenas han invadido la Tierra, pero si no te escuchan, no pueden cazarte. 

Es muy interesante cómo el ruido se convierte en el gran enemigo. Pero pronto descubrirán que, para lograr el silencio, antes deben hacer un trabajo de silencio interior; propio casi de un monje en un monasterio.  No es posible disfrutar el silencio (ante un cuadro, una puesta de sol o ante un amanecer) si no estamos atentos al “ahora”. La atención al momento presente, a cada instante como si fuera eterno, se convierte en la amiga inseparable del silencio. No se trata pues de que nos den siempre la razón o de que siempre se haga lo que uno desea, sino de prestar atención y acoger como “don” cada instante del presente. 

A parte de esto, “Un lugar tranquilo 2” (2021) presenta una narración inteligente, en donde logra combinar distintas tramas haciéndolas avanzar con precisión y elegancia. La segunda parte pueden verla en los cines y la primera en Amazon Prime Video. 

En resumen, un cine casi de terror, familiar, pero no apto para los más pequeños, cargado de elegancia sonora e inteligencia narrativa. No se las pierdan. Feliz verano.