¿De qué sirve colonizar Marte mientras el mundo se desangra?

Creemos que por vivir en el siglo XXI hemos superado los problemas del pasado

Carlos Aguilera
07:00 • 12 jul. 2021

Permítanme revelar un dato que me dijeron hace unos días: el número de suicidios se ha multiplicado por diez durante la pandemia. Antes de la Covid-19 morían diez personas al día, hoy son unas cien personas las que se suicidan a diario. Más allá de la eficacia de las vacunas e incluso más allá de los avances genéticos, es evidente que hay un problema de fondo, quizás existencial, que debe ser afirmado y atendido. Urge gritar a todo pulmón “¡paren máquinas!”, como harían en el Titanic al ver ese iceberg que redujo la soberbia de la humanidad a añicos. 



 



Creemos que por vivir en el siglo XXI hemos superado los problemas del pasado. Creemos que porque existe el Iphone 12 ya sabemos comunicarnos. Y no es así. La miseria en el mundo continúa y la comunicación, especialmente con la pareja y en la familia, sigue siendo el punto rojo de la cuestión. Creemos que por enviar sondas a Marte tenemos una perspectiva más grande. Creemos que la técnica cuanto más avanza, mejor civilización somos. Pero no es así. Somos capaces de hacer más cosas, pero nada más. La estupenda serie de T.V. “The Expanse” (2015), nos muestra cómo podríamos ser dentro de unos trescientos años. Marte estaría habitada y habríamos colonizado el Sistema Solar. Con las tramas de esta serie vemos cómo los problemas humanos son los mismos en el futuro que cuando Heráclito o Platón los planteaban en la Grecia Clásica. 



 



Hace unos días un joven llamado Samuel fue asesinado, apaleado por trece hombres, mientras le gritaban “Maricón”. Un hecho así, nos debería hacer decir “¡paren máquinas!”. Urge pararse, decirle al caballito desbocado de la técnica “Sooo, caballo, sooo”. Películas como “Identidad borrada”, “Carol”, o series como “Veneno”, entre tantas otras, muestran las discriminaciones tan terribles provocadas por la identidad sexual, donde la ideología se impone sobre la persona; justo el preámbulo de toda violencia. 



 



Por otro lado, ha fallecido Richard Donner el director de la mítica “Los Goonies” (1985), “La profecía” (1976) o “Superman” (1978). Joven Samuel, amigo Donner: descansad en paz… Recuerden: una serie futurista de gran calidad, “The Expanse”, en Amazon Prime. No se la pierdan. 




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