Dolorosa, pero necesaria

“Ha sido una decisión meditada, consensuada y comprendida por la mayoría de los almerienses”

Diego Cruz
07:00 • 24 jul. 2021

Siempre hemos dicho que la salud de los almerienses es lo primero y con esa premisa hemos actuado a la hora de tomar la decisión de suspender la Feria. Ha sido una decisión dolorosa, porque son muchas las personas que habían depositado sus esperanzas laborales y de negocio en las fiestas de la Virgen del Mar, pero necesaria dada la evolución de la pandemia y el incremento de contagios y hospitalizaciones que se viene registrando en las últimas semanas.



Durante meses y alentados por el ritmo de vacunación, los esfuerzos municipales se han dirigido a la organización de la Feria en honor a nuestra patrona, conscientes del movimiento económico que genera y de las ganas con las que todos esperamos su llegada después de más de un año de restricciones, pero los datos sanitarios aconsejan ser muy prudentes, más teniendo en cuenta que la capital, junto a los municipios de su entorno, acaba de pasar del nivel de alerta 1 al 2, con una tasa de incidencia en la ciudad cercano a los 500 casos por 100.000 habitantes.



Ha sido una decisión meditada, consensuada y comprendida por la gran mayoría  de los almerienses, incluidos los grupos municipales y también los sectores más afectados, algo que agradezco porque en situaciones tan complicadas como ésta  lo que los ciudadanos esperan de nosotros es concordia y no discordia y, sobre todo, sensatez. No tiene sentido dar pie a que una semana de Feria pueda acabar convirtiéndose en una amenaza para la salud de nadie y en una innecesaria saturación de los hospitales. 



Pero que no haya Feria tal y como la conocemos no significa que no vaya a haber actividades durante nuestra Semana Grande. Mantenemos la celebración de los actos culturales programados, parte de los actos religiosos en honor de la Virgen del Mar y se rendirá homenaje a ‘Los Coloraos’. Los feriantes, uno de los sectores sin duda más perjudicados, podrán instalar sus ‘cacharricos’ y puestos en el Recinto Ferial, con horario limitado y respetando los protocolos sanitarios establecidos. Lo que no habrá es ambigús al mediodía ni casetas por la noche. Este año, la Feria volveremos a llevarla por dentro, pero, como dice el alcalde, en Almería la mejor Feria es siempre la del año que viene.








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