La quinta ola de la pandemia de coronavirus ha empezado a golpear con fuerza a nuestra provincia en un momento en el que el sector turístico y la hostelería, de los que dependen miles de familias en nuestra provincia, habían puesto todas sus expectativas. Ciertamente, es entendible que cunda la preocupación y que todas las llamadas a la prudencia y a la responsabilidad parezcan pocas. Confiemos, en todo caso, en que en esta ocasión y gracias a la gran cantidad de personas que se han vacunado, la situación tienda a estabilizarse.
A la par que se realiza ese esfuerzo para intentar cortar cuanto antes la cadena de contagios, se hace necesario algo que se antoja fundamental: que el Gobierno de Moreno Bonilla recupere, de una vez por todas, la normalidad en la atención sanitaria, que no es otra cosa que recuperar la total presencialidad en los centros de salud.
No es de recibo que Salud Responde siga ‘respondiendo’ que no hay citas disponibles en los próximos 14 días y que quien se enfrente a esa frustrante situación no tenga más alternativa que darse un buen madrugón para hacer una larga cola en el propio centro de salud y rezar para que, al llegar al mostrador, aún queden citas en ese día. Si no se tiene la suerte de que te toque la lotería, la única solución será volver a madrugar al día siguiente y hacer una nueva cola.
A la queja generalizada de la ciudadanía por la situación que se está viviendo en la atención primaria, se unen también las de las consultas con el especialista, donde las listas de espera ya superan el año en algunas especialidades. En el caso del hospital de Poniente, llama la atención que esto esté ocurriendo en Urología o en Rehabilitación, que arrastra el mismo problema desde 2019, con lo que el líder del Partido Popular lo tiene francamente difícil para escudarse en la pandemia.
Tampoco se entiende que Moreno Bonilla haya llevado a una situación calamitosa a los profesionales sanitarios, tal y como ha denunciado el Sindicato Médico, que no refuerce la atención primaria de manera urgente y que haya reducido las consultas que se realizan en los consultorios de los pequeños municipios enclavados en el ámbito rural.
Que el presidente del Gobierno andaluz no haya sido capaz de resolver algo tan básico como que se pueda ir al médico cuando se necesite o que conseguir una cita no se convierta en una carrera de obstáculos, no tiene ninguna justificación, salvo que se quiera abrir la puerta de par en par a los seguros privados. Si se trata de eso, Moreno Bonilla está acertando sin duda alguna con el tratamiento.
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