Aprender a gestionar el calor, vital y necesario para todos

Por eso, las buenas películas se han nutrido de conflictos familiares, personales o laborales

Carlos Aguilera
07:00 • 02 ago. 2021

Los sabios dicen que lo más difícil de dominar en la vida es la lengua, lo que nos decimos. Pocas son las personas que piensan antes de hablar y muchos los que elevan el tono de voz. Luego llega el arrepentimiento, y en el mejor de los casos un perdón dicho con palabras. 



Los guionistas de cualquier arte, del cine, la televisión o el teatro saben mucho de todo esto. Los diálogos, que es una de las partes más complejas de un guion, beben de todas estas situaciones domésticas. Por eso, las buenas películas se han nutrido de conflictos familiares, personales o laborales. 



El verano, trae un extra añadido que lo empeora todo: el calor. En la película “Un día de furia” (1993), Michael Douglas explota en medio de un día caluroso donde la furia le domina y termina perdiendo el control. Es inteligente recordar cada año, justo cuando la ola de calor nos esté afectando, que es muy probable que las discusiones familiares suban de tono o que se pierda la paciencia antes de lo normal. También ocurre en lo laboral donde cualquier roce, unido al calor extremo, hace estallar todo en pedazos. 



El verano nos pide descanso y sobre todo descanso de personas tóxicas y situaciones tóxicas. Muchas veces es difícil llegar al origen de estos conflictos: ¿por qué dijo eso? o ¿por qué creyó antes a ella que a mi? o ¿de verdad siente todo eso que dijo? En ocasiones, de las personas tóxicas, sencillamente hay que alejarse. Sin más. Quizás luego, el tiempo permita un análisis y una reconciliación... La serie de T.V. de HBO “Chernobyl” (2019) es una miniserie de cinco episodios, que relata la explosión masiva de material radioactivo de la Estación Nuclear de Chernobyl, Ucrania. 



Una de las mayores tragedias de la historia reciente. Una serie de gran calidad que muestra desde la toxicidad física de lo nuclear, cómo las personas se vuelven tóxicas por el poder, los intereses o la ideología.  Y da igual que hayamos estudiado una carrera universitaria, seamos sacerdote o monje budista: las relaciones personales, con sus conflictos, son el reto permanente y a la vez la fuente de creatividad y crecimiento que cada día el Universo nos ofrece. Pues eso. Ánimo, adelante y feliz verano. 






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