Cabos Sueltos: Pepe Guirao y Toni Cantó, del mérito al enchufe

El nombramiento de Pepe Guirao como presidente de la comisión del 50 aniversario de la muerte de Picasso ha sido saludado por algunos en el vomitorio de las redes sociales con la metralla del cuñadismo provinciano, siempre en alerta para disparar con un “¡Abajo el que suba!” a cualquier almeriense que se haya distinguido por su inteligencia o al que hayan distinguido por su capacidad. Lo de siempre, vamos. 

Como los malos aprendices de la orden de predicadores, no han caído en la cuenta de que las noticias hay que leerlas sin apresurarse a disparar antes haber llegado hasta el final. Un mal hábito que les ha llevado a calificar con el insulto de puerta giratoria y enchufe de partido lo que no es sino un reconocimiento al conocimiento pictórico y a la capacitación profesional. El nombramiento de Comisionado que ha recaído en el almeriense- y así constaba en la noticia que publicó este periódico- tiene carácter honorífico y no retribuido, solo los gastos de viaje y estancia que ocasione el desempeño de sus funciones (solo faltaba). No hay nómina. Punto. 

El problema de quedarse en el primer punto y aparte es que, aparte de que es falso que sea un enchufe, se oculta de forma premeditada que Pepe Guirao, antes de ser nombrado comisionado sin sueldo de esta importante efeméride, es licenciado en Filología Hispánica, fue director general de Bellas Artes, director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía desde 1994 a 2001 (o sea, bajo los gobierno del PSOE y del PP), desde 2020 es director general de la Fundación Montemadrid, puesto que había ocupado desde la creación de la entidad en 2013 y de cuyo centro cultural, La Casa Encendida, fue responsable entre 2001 y 2013. Ah, también fue ministro de Cultura. Un curriculum al alcance de cualquiera y en nada comparable con el que atesora Toni Cantó, un actor de segunda, un escribidor de tercera con faltas de ortografía y el primer director (posiblemente también el último, el puesto no sirve para nada, solo para pagarle un sueldo) de la Oficina del Español creada por Isabel Ayuso para regalarle 75.000 euros anuales.  

Lo mismo Guirao que Cantó; exactamente lo mismo.