El IRPF y las pensiones

Ahora que el Gobierno parece que está preparando un proyecto de Ley para la reforma de las pensiones, quizás sea el momento de pedir que de una vez por todas se suprima el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que se viene aplicando a las pensiones. Somos muchos los que nos vemos afectados por este injusto impuesto, que nos hace pagar otra vez algo que ya habíamos abonado. 

¿Y esto por qué? Porque durante los años que hemos trabajado a lo largo de nuestra vida laboral, el salario que cobrábamos estaba gravado por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF); o lo que es lo mismo, la nómina se veía reducida en un tanto por ciento correspondiente a este impuesto, por el que se tributaba.

Las pensiones que estamos cobrando también están sometidas en la actualidad al IRPF; es decir, nuevamente están siendo gravadas por el mismo impuesto cuando estas no son un rendimiento de trabajo personal y ya habíamos tributado por él.

Recae así sobre los pensionistas una injusta y doble imposición que entiendo se debería corregir, haciendo que la pensión quede excluida del impuesto (IRPF) y no pagar dos veces por el mismo tributo, más con la que está cayendo.

Como agravio comparativo, valga recordar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que se ha reducido en un 99 por ciento en la Comunidad  de Madrid y últimamente en Andalucía en base a los mismos criterios de la injusta doble imposición.

Y para que no fuera a título personal, y esto surgiera efecto, ¿quiénes deberíamos de pedir que se suprima? Se me ocurre que como en Fuenteovejuna, todos a una: el Defensor del Pueblo, Asociaciones de Mayores, Agrupaciones de Pensionistas de todo el país, Consejo Estatal de Personas Mayores, Partidos Políticos, etc. Solo así, más de 5 millones de pensionistas afectados podrían tener la fuerza suficiente para convertir esta injusticia en una causa justa. Y que nadie olvide que ellos, en su momento, también votan.