La reunión celebrada esta semana entre el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, y la presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), María Luisa Domínguez, para abordar conjuntamente el futuro de la financiación de la segunda fase del soterramiento y conocer los planes, a corto, medio y largo plazo, para la estación de ferrocarril, ha dejado un sabor agridulce.
El proyecto camina indefectiblemente a su concreción, a nivel técnico, en los próximos meses. Tal es así que, como anunciaba en el marco de esa reunión Adif, el proyecto estaría en disposición de ser licitado, adjudicado y comenzar sus obras ¿en el año 2022? Pues dependerá, y en gran medida será así, de concretar y definir las condiciones de una financiación justa, para un proyecto socialmente aceptado, nada pretencioso, razonable y razonado, sostenible y funcional. Ante ese escenario ¿qué idea de financiación baraja Adif? Pero, sobre todo, ¿qué papel tendrá en ello la participación de fondos europeos? No hubo respuesta clara ante tales cuestiones planteadas en esta reunión.
Queda claro, y se ha expresado hasta la saciedad, que Almería no solo necesita del AVE, y ya. También necesita el soterramiento de forma que esta infraestructura pueda acoger en el centro de la ciudad la llegada de la Alta Velocidad, previsiblemente y como se ha anunciado en 2026. Pero, sobre todo, los almerienses necesitamos un modelo de financiación de estas actuaciones que no comprometa económicamente el futuro de Almería. Si hay fondos europeos no podemos admitir que la parte que ha de poner el Gobierno provenga exclusivamente de esos fondos mientras que la parte municipal tenga que ser soportada a pulmón por los impuestos de todos los almerienses.
En el contexto de la negociación para la financiación de este proyecto no sería tolerable que el soterramiento no le cueste al Gobierno de España, que es el que más recursos tiene, y sí a la ciudad. Por ello, tan importante será la posición de Adif respecto a la aportación de fondos europeos, para una obra que es ferroviaria, se mire por donde se mire, como la posición que mantenga también respecto a los aprovechamientos urbanísticos, que puedan concretarse en la construcción de otras cuatro torres en los terrenos que son de su propiedad. La pelota está en el tejado del Ministerio de Transportes, veremos de qué lado cae…, y actuaremos en consecuencia.
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